Ésta es la historia que hay detrás de uno de los mayores éxitos de Internet de nuestro tiempo: Google. La empresa de comunicación más famosa, con la tecnología más avanzada, cuyo nombre es una de las marcas preferidas en todo el mundo. Su valor bursátil supera al de Disney, Ford y General Motors juntos; su cultura de empresa siembra una firme lealtad y la satisfacción ante el trabajo entre los miembros del equipo, que recorren sus coloristas instalaciones de Silicon Valley en scooters y patines en línea. En 1998, Sergey Brin, nacido en Moscú, y Larry Page, natural de Ann Arbor (Michigan), abandonaron sus estudios de doctorado en la Universidad de Stanford para, según sus propias palabras, «cambiar el mundo» con un motor de búsqueda capaz de organizar gratis toda la información de la red. En pocos años, Google revolucionó el acceso de cualquier persona a cualquier información en cualquier parte, y en más de cien idiomas; ahora está empeñada en añadir a su base de datos millones de libros de las bibliotecas y las emisiones de televisión, entre otras cosas. En estas páginas se explica el talento empresarial e informático que ha llevado a la empresa a lo más alto; la red secreta de ordenadores que suministra resultados de búsquedas a la velocidad del rayo; las razones que le ha permitido desafiar el dominio de Microsoft y conmocionar Wall Street... Google y sus fundadores han llegado muy lejos; al mismo tiempo, siguen siendo muy jóvenes. Esto no es más que el comienzo.
A raíz de varios casos de gran relevancia mediática, a los que se presta especial atención en esta obra, ha proliferado la expresión discurso de odio para referirse a un buen número de delitos, más allá de las paradigmáticas conductas previstas por el artículo 510 CP. Entre ellos se encuentran los discursos terroristas tipificados por el artículo 578 CP. ¿Acaso los delitos de terrorismo son conceptualmente tan cercanos a los delitos de odio que los discursos terroristas deben considerarse una subcategoría de discurso de odio? ¿O, por el contrario, lo que está sucediendo en los últimos años es que se ha producido una desnaturalización del artículo 578 CP, de modo que ya no puede seguir considerándose un delito de terrorismo, lo cual aconsejaría alguna reforma legislativa? Los autores efectúan una novedosa aproximación conceptual a los delitos de odio (incluyendo los incidentes de odio no delictivos y los discursos de odio) y a los delitos de terrorismo (atendiendo a la evolución experimentada tras las últimas reformas legislativas y centrándose en el artículo 578 CP) con el fin de dar respuesta a esta clase de interrogantes.
A finales de los 90, la selección británica de ciclismo en pista inició un proyecto que culminó en Pekín 2008 con el mayor dominio exhibido en la historia olímpica de la especialidad. Uno de sus responsables, Dave Brailsford, se encomendó entonces el enor
Saint Seiya, también conocido como Los Caballeros del Zodiaco, es uno de los manga shonen más famosos de las últimas dos décadas. El argumento se centra en las peripecias de un grupo de jóvenes y bellos guerreros mitológicos llamados santos (o caballeros), cuya misión es proteger a la diosa Atenea ante las fuerzas de la oscuridad. De entre ellos, todos inspirados en constelaciones, destaca Seiya (Pegaso). Título original: Saint Seiya 8
Esta primera novela de Delphine de Vigan, publicada en el año 2001 con el pseudónimo de Lou Delvig por razones familiares, cuenta la historia de una joven anoréxica de diecinueve años. El relato que Laure hace en su diario de un cuerpo al borde de la muerte es verosímil y perturbador. Desde las primeras líneas de la novela el lector acompaña a la joven a través de su recuperación y de su aprendizaje: volver a comer pero, ante todo, volver a sentirse poseedora de un cuerpo susceptible de despertar el deseo del otro. Esta novela de trama mínima es en realidad una poderosa bildungsroman, un despertar a la vida y al amor, aunque el viaje de su protagonista es interior y se desarrolla entre las cuatro paredes de un hospital. «A pesar de tratar un tema particularmente complicado, Días sin hambre es de una destacable sobriedad y halla el tono justo» (Emilie Grangeray, Le Monde). «Libro magnífico» (C. D-M, Marianne). «Un libro sincero, sin compasión; nada más que la precisión de las palabras y la agudeza del análisis» (Catherine Schwaab, Paris Match).
«Esta es una historia real, ocurrida en el mar del Brasil, donde el destino quiso que nosotros mismos fuésemos los protagonistas de esta increíble aventura que duró apenas unos días pero que sin duda determinó el verdadero rumbo de nuestras vidas. Fue un temporal sin nombre, que nos dejó como saldo cinco días a la deriva a bordo de nuestro velero, en medio de un inmenso océano azul transformado en nuestro peor enemigo. Ya pasaron 13 años del hecho y, al cerrar los ojos, los recuerdos permanecen intactos en mi mente. Aún puedo percibir el aroma de ese mar devorador y la adrenalina corriendo por mis venas, el barco luchando con las inmensas olas y el viento rugiendo como fiera salvaje. Esa inexplicable sensación dentro de mí, al estar solos a bordo del Ulises bajo ese cielo cargado de tormenta. Vivimos duros días de lucha en medio de la mar, solos en nuestro velero, a merced de un mundo natural enardecido. Esta fuerte experiencia no fue sólo una aventura fortuita que acabó el día del rescate, para nosotros fue una lección de vida donde aprendimos a valorar cada día de nuestra existencia y donde comprendimos que está en nuestras manos no postergar nuestros sueños. Descubrimos además, que somos tan frágiles como una libélula y poseemos un instinto de supervivencia tan fuerte como un toro. Percibimos que la vida no es eterna, que sólo de nosotros depende el perder o no el tren de la felicidad. Cultivamos nuestros afectos y aprendimos a abrirnos al mundo.» Este relato está abierto a todo lector que se sienta atraído por narraciones de hechos reales, en las que cada uno de nosotros puede ser el verdadero protagonista de la aventura.