Boris Vian se inventó el escritor Vernon Sullivan, al que hizo autor de Escupiré sobre vuestras tumbas, parodia del género negro que, entre otros éxitos, consiguió enfurecer, y de qué manera, a la censura. Para no ser menos que Vian, su amigo Raymond Queneau «ejemplo excepcional de escritor culto y sabio,» según Italo Calvino se sacó de la manga el heterónimo Sally Mara: ingenua jovencita irlandesa capaz de escribir un divertidísimo remake de los folletines en boga en la época, o de relatar, en su Diario íntimo, sus vivencias de persona con los pies en el suelo, la cabeza en las nubes y el resto del cuerpo... digamos que el resto del cuerpo en permanente exploración sicalíptica. Hasta el punto de que, de su admirado «escritor culto y sabio» tuvo que decir Calvino: «Tengo la sensación de que hay obscenidades por todas partes (¿o soy yo, que estoy obsesionado?)». En resumen, una auténtica joya literaria del humor y la imaginación. Que es urgente leer hoy, antes de que vuelva la censura.
" Ejercicios de estilo " es todo un manifiesto en contra de la separación tradicional entre teoría literaria y práctica de escritura. A partir de la construcción de 99 variaciones sobre la anécdota escandalosamente trivial que sirve de punto de partida, surge esta obra sorprendente que aúna ironía, ingenio y sabiduría retórica. Raymond Queneau (1903-1976) forma parte de los autores franceses contemporáneos más imaginativos y versátiles. Creador de una extensa producción y fundador, junto a otras iniciativas, del grupo OULIPO ( " Taller de literatura potencial " ), no es fácil encontrar en nuestro ámbito cultural escritores de talante tan sugestivo. La versión de Antonio Fernández Ferrer, que autor también del estudio introductorio, supone un esforzado centésimo " ejercicio de estilo " .