De los numerosos textos apócrifos protagonizados por Sherlock Holmes, ninguno se equipara en imaginación y humor delirante a los escritos por Enrique Jardiel Poncela..Entre ellos sobresale Los 38 asesinatos y medio del Castillo de Hull, donde el detective inglés, que todos creen muerto en las cataratas del Niágara, convence al propio Jardiel para sustituir al Doctor Watson. Holmes, con su característico poder deductivo, emprende la resolución de una serie de misteriosos asesinatos perpetrados en un castillo de Escocia, que ponen a prueba sus métodos de análisis. El final de esta parodia policíaca es aún más sorprendente que el de los relatos firmados por el verdadero padre literario de Holmes, Arthur Conan Doyle. La presente edición incluye los dibujos realizadas por el propio Jardiel Poncela para ilustrar su parodia de Sherlock Holmes.
La obra de Enrique Jardiel Poncela (19011952) consta de noventa y cuatro comedias largas, más de cuarenta piezas de teatro breve, veintitrés guiones cinematográficos, cuatro novelas grandes, treinta y nueve novelas cortas, diez tomos de ensayo, veinticinco conferencias, varias recopilaciones de piezas cortas, críticas teatrales, cartas, libros de aforismos, y una cantidad difícilmente computable de artículos periodísticos. Sin embargo, sus versos no se han recogido hasta el momento en ninguna colección, pese a que Jardiel fue un hábil versificador, como lo demuestran algunas de sus comedias escritas en verso. Jardiel continúa de alguna manera la tradición española del verso humorístico, que arranca con el Arcipreste de Hita, halla su cumbre en Quevedo y llega hasta Vital Aza y Juan Pérez Zúñiga. Su aportación es la adaptación a la modernidad y la experimentación con formas métricas poco usuales. Los versos que conforman este volumen gozan de una inusitada variedad, alternándose el soneto con la cuaderna vía, el romance con el verso libre más vanguardista, la silva con la copla popular y los heptasílabos con los dodecasílabos, tan poco frecuentes en castellano. Los poemas que integran esta obra provienen de cuatro fuentes principales: sus Obras completas; los publicados en diversas revistas humorísticas (Buen Humor, Gutiérrez, etc.), durante los años veinte y treinta; algunas composiciones interpoladas en sus obras teatrales y los versos totalmente inéditos de la colección personal de sus herederos.
El libro incluye las originales opiniones de Jardiel Poncela sobre todo tipo de temas: el amor, la política, la religión, la literatura... Y también juicios sobre los artistas de su tiempo que conoció y trató en persona. Es un documento para conocer su tiempo y, a la vez, una amena lectura donde su ingenio absurdo y surrealista se muestra en su plenitud.
Contiene El cadáver del señor García, Usted tiene ojos de mujer fatal, Angelina o un drama en 1880, Cuatro corazones con freno y marcha atrás, Eloísa está debajo de un almendro, Un marido de ida y vuelta, Los ladrones somos gente honrada, Los habitantes de la casa deshabitada, Agua, aceite y gasolina, Las siete vidas del gato y Blanca por fuera y rosa por dentro.
Enrique Jardiel Poncela (Madrid, 1901-1952) fue uno de los renovadores de la literatura humorística española. Escribió novelas satíricas y obras teatrales que aúnan misterio y absurdo. Entre las primeras se encuentran Amor se escribe sin hache (1929), ¡Espérame en Siberia, vida mía! (1930) y Pero ¿hubo alguna vez once mil vírgenes? (1931); y entre las segundas, Angelina o el honor de un brigadier (1934), Un marido de ida y vuelta (1939) y Eloísa está debajo de un almendro (1940). Autor de numerosas «máximas mínimas», Jardiel Poncela se inició como aforista en la prensa de los años veinte, bajo el influjo de Ramón Gómez de la Serna y Oscar Wilde. «Sin Ramón llegó a decir muchos de nosotros no seríamos nada». Descreído, irónico y sarcástico, aforismizó sobre la política, el matrimonio, las mujeres, la amistad, la experiencia y el público; en resumidas cuentas, sobre la seducción y el poder, o lo que viene a ser lo mismo, sobre el amor y la muerte. Los rasgos esenciales de su obra toda fueron la imaginación y el ingenio. En el prólogo a su novela Pero ¿hubo alguna vez once mil vírgenes?, Enrique Jardiel Poncela resume su actitud esencial frente el mundo de esta manera: «Me río de todo, porque todo es risible. Me río de mí mismo, porque formo parte de ese todo».
El libro del convaleciente es una muestra variadísima de las múltiples dotes literarias que han hecho de Enrique Jardiel Poncela el autor de literatura de humor por excelencia en español y uno de los más traducidos. Una línea uniforme nos lleva por todas las páginas de este libro: la humorística, con todas sus facetas y en todas sus formas. Inyecciones de alegría es el subtítulo de esta obra, y, en efecto, su lectura lleva al ánimo la tonicidad, el alivio y el aliento placenteros, que son frutos de la alegría. El autor declara que ha querido poner un rayo de luz en las horas grises, melancólicas, de enfermos y convalecientes, pero ya se comprende, querido lector, que tal beneficio no puede quedar limitado a estos.
En 1923 Enrique Jardiel Poncela se olvida del periodismo y se centra en la literatura. Desde entonces publica numerosos relatos breves en diarios y revistas, que recopilará en 1930 bajo el título Ventanilla de cuentos corrientes. En ellos el humor se mezcla con su virtuoso dominio del lenguaje: uno de los cuentos está escrito sin utilizar la A y en otro elude la E, las dos letras más usadas en español. El ingenio absurdo de Jardiel logra la excelencia en cuentos como El amor que no podía ocultarse, tan moderno que bien podría ser escrito mañana. En esta misma colección REY LEAR ha editado otros dos libros de este autor genial, Los 38 asesinatos y medio del Castillo de Hull y Novísimas aventuras de Sherlock Holmes.
De Jardiel Poncela se puede decir renovó el humor en la literatura española, hasta entonces de raíz costumbrista y sentimental, muy cercano a la «astracanada» y al retruécano. De acuerdo con las vanguardias, Jardiel subió a escena la risa de hoy, con un humor más inverosímil, pleno de imaginación y sagacidad poética. Así,Usted tiene ojos de mujer fatal nos presenta a Sergio, un seductor que nunca se enamora hasta que repara en Elena, la primera mujer que rechaza sus encantos. Por su parte, Angelina ?de Angelina o el honor de un brigadier? huye con su amante Germán antes de que Rodolfo, por expreso deseo del padre de ella, el brigadier don Marcial, le pida la mano. Ambas comedias son buena muestra del mejor teatro, paródico e hilarante, de Jardiel.
Periodista, guionista cinematográfico, novelista y autor teatral de gran originalidad y uno de los humoristas más célebres de nuestra época, Jardiel es el auténtico renovador del teatro cómico español del presente siglo, dominando la comedia cosmopolita basada en el humor de situación. Su ansia de invención le llevó a la utilización de nuevos recursos, jugando en la construcción de sus obras con el elemento de sorpresa de manera magistral. Jardiel huyó siempre de la facilidad y, por ello, en el desarrollo de sus tramas se suceden las situaciones imprevistas, los efectos emocionales y sorprendentes, los personajes misteriosos. Tuvo la habilidad de combinar siempre el humorismo con la poesía y ha creado una escuela de seguidores e imitadores que continúa hasta el día de hoy. El volumen incluye todas las piezas teatrales breves del autor, desde las más conocidas hasta varias de ellas publicadas en su juventud, no insertas en su Obras completas y que se recogen aquí por primera vez. Este libro será seguro una muy agradable sorpresa para los innumerables españoles que aún hoy consideran a Jardiel Poncela como un amigo que siempre les hace reír y disfrutar
El Jardiel más vanguardista, disparatado y gamberro es el que puede hallarse en esta colección de escritos de juventud, aparecidos a finales de los años 20 en la revista satírica Gutiérrez y que no han vuelto a publicarse desde entonces. El renovador
Antes de publicar Los 38 asesinatos y medio del Castillo de Hull [Breviarios de Rey Lear, nº 3], Enrique Jardiel Poncela escribió siete relatos y un prólogo protagonizados por Sherlock Holmes. Gracias a la buena acogida del público, con el último de ellos, junto a recortes del primero y del prólogo, compuso Los 38 asesinatos... Por tanto, estas Novísimas aventuras del detective inglés hacen gala de idéntico ingenio, con personajes que tienen voz «de patinador noruego», tardes que caen «sin hacerse daño» y, en general, un alarde de humor absurdo que mantiene constantemente la sonrisa en los labios del lector. La «resplandeciente prosa de Jardiel», como la califica en el prólogo el escritor Rafael Reig, es ilustrada en esta edición con dibujos del propio Jardiel.
Ya lo dijo el propio Jardiel en el prólogo a esta antinovela que tienen en las manos: Hay que reírse de las novelas «de amor» al uso. Riámonos. Lancemos una carcajada de cuatrocientas cuartillas. Y hemos pensado hacerle caso, aunque para reír con Jardiel no tengamos que esforzarnos. Para según qué cosas, habría que esforzarse menos. «Si queréis los mayores elogios, moríos». Eso pone en su epitafio, pero hace bastante que Jardiel murió y no muchos van por allí gritando «¡viva!». Y deberían. Aunque eso contradiga la idea de esforzarse menos. Al fin y al cabo, y citemos de nuevo al autor, «el que hace humorismo piensa, sabe, observa y siente», y quien lo entienda es persona inteligente. Así que desde Blackie Books les decimos que se lleven este libro y se entreguen a él. Sin prejuicios, sin historias. Pueden reír (pensar y sentir) tanto como quieran. Lo hemos impreso en un papel resistente a las lágrimas.