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Este manual nos enseña de forma fácil a utilizar el nuevo Sistema de Socorro y Seguridad. Será de utilidad tanto a los que quieran aprender a utilizar su nueva VHF equipada con Llamada Selectiva Digital, como para los que quieran conocer el funcionamiento del SMSSM, sea para examinarse de los nuevos títulos, o simplemente para mantenerse al día en materia de seguridad a bordo. Elías Meana es la persona ideal para escribir este libro. Desde su cargo en el Servicio Marítimo de la compañía Telefónica contribuyó eficazmente a la implantación del Sistema Mundial de Socorro y Seguridad Marítima en España. Ahora que está apunto de entrar en vigor para la marina deportiva, ha querido desmitificar el Sistema, que se está convirtiendo en el gran tabú de nuestros días, cuando en realidad fue creado para simplificar y facilitar las operaciones, tanto de los navegantes como de los servicios de coordinación y rescate. Este manual va dirigido a estos marinos y a todos en general, en él se recoge, además de una visión en conjunto del nuevo Sistema, el detalle de cada uno de los Subsistemas que lo configuran, incluido el equipamiento que, tanto a bordo como en tierra, se precisa para su operación, todo ello acompañado de las correspondientes ilustraciones, ejemplos, guías, manejo de los equipos, o simples recomendaciones. El libro incluye la materia de radiocomunicaciones de los nuevos programas para los títulos náuticos hasta capitán de yate.
La aparición de un puñado de cartas escritas por el padre del autor durante su participación en la Guerra Civil española supone el comienzo de una labor de investigación que le conducirá hasta Los quintos del pelargón. Gracias a los relatos ofrecidos por algunos mozos del reemplazo de 1941, que tuvieron la desgracia de ser arrastrados como la grava a los campos de batalla, podremos conocer, con todo lujo de detalles, cómo vivían en aquel desolado paisaje sembrado de zanjas, alambradas y campos de minas. La Guerra Civil marcará a estos niños, convertidos en hombres a marchas forzadas, al igual que a otras generaciones de españoles nacidos antes, durante o después de aquella lucha fratricida. A los mozos supervivientes les esperaba, en el mejor de los casos, hacer la mili y padecer hambre, mucha hambre. Luego, una vez licenciados, serían movilizados de nuevo al estallar la Segunda Guerra Mundial y algunos, los más echaos palante, se alistaron a la División Azul para combatir en el frente ruso.