Un compendio de experiencias ejemplares para respaldar un compromiso, una manera de enfrentar la vida. «Esta acumulación de memoria humana constituye un tesoro de sentido. Haber atravesado un siglo lleno de inventos, esperanzas y horrores, y haber vivido plenamente esta aventura es lo que me da legitimidad. Porque tal vez he recibido de la vida una deuda de sentido, y hoy puedo permitirme pagarla con mi testimonio.»Stéphane Hessel En En resumen... o casi el agitador de conciencias Stéphane Hessel aborda de forma magistral los temas de la indignación y sus límites, la compasión, el amor, la admiración, la resiliencia, la reivindicación de la dignidad, la fuerza de las palabras, el compromiso político o la democracia para transmitir a las nuevas generaciones que es preciso luchar a diario por recuperar la dignidad y por construir las bases de un futuro común más justo y accesible para todos. Una obra reveladora y necesaria en la que la voz de Hessel se entremezcla con versos y confidencias, con opiniones y recuerdos que configuran la trayectoria intelectual y personal de un hombre bueno. Reseñas:«Una autobiografía intelectual, emotiva e inclasificable.»Le Figaro Litteraire «Las palabras de Stéphane Hessel desbordan el marco de un simple libro. Son una llamada a abrir los ojos y despertar nuestras conciencias. Este libro, por tanto, no es una autobiografía en sentido estricto, no mira hacia el pasado. Es una invitación a tener valor. Recoge unas experiencias que han resultado ejemplares y útiles para respaldar un compromiso, una manera de enfrentarse a la vida.»Maren Sell (editor francés)
«El mundo», advierte Hessel, «puede perecer por la injusticia social y económica, o por la injusticia ecológica. O por ambas. No podemos permitirlo». Y añade: «Vosotros, españoles, en tanto que profundamente europeos y mediterráneos, lleváis con vosotros un formidable patrimonio. Estad orgullosos. Manteneos fieles a Europa y defended sus valores, para evitar que el mundo se estrelle. ¡Sed ambiciosos! ¡No os rindáis!». Así concluye el testamento político de Stéphane Hessel, escrito en los últimos meses para los lectores españoles y, desde España, para el mundo. El veterano resistente, heraldo de los indignados, condensa aquí su llamada a levantarse y a combatir por todo aquello que «está hoy amenazado por el poder insolente del dinero y la dictadura de los mercados». Con lucidez y con la sabiduría que le otorgaba haber sido testigo y actor de primera línea en el convulso siglo XX, Hessel lanza un ferviente llamamiento a no ceder ante la fatalidad, a comprometerse y actuar, convencido de que «la vía de la revolución, de las ideologías totalitarias, no conduce a ninguna parte», que es preciso «recobrar el apetito de la política, porque sin política no puede haber progreso» y que «Europa es nuestro único futuro», una Europa «fuerte, sólida, federal» que «seguirá siendo el resultado de la cooperación entre Estados y no una Europa de las regiones como algunos han pensado». El testamento político de Hessel, la voz que dio nombre a los indignados.
«Es nuestro propósito denunciar el curso perverso de una política ciega que nos conduce al desastre. Es el de enunciar una vía política de salvación pública. Es el de anunciar una nueva esperanza.» Tras proclamar en¡Indignaos! y ¡Comprometeos! la necesidad de dar un paso adelante si queremos cambiar aquello que no nos gusta de nuestra realidad social y política, Stéphane Hessel se alía aquí con uno de los grandes intelectuales europeos del siglo xx, el ?lósofo Edgar Morin, para ir aún más allá en su llamada a la movilización cívica. Hessel y Morin apelan aquí a la imaginación y a la exigencia ciudadana para devolverle un horizonte al siglo en que vivimos, un porvenir a nuestro planeta y una esperanza a todos aquellos a los que hoy en día se les ha negado. Lo hacen a través de propuestas concretas, como la creación de un gobierno mundial, la revitalización de la solidaridad mediante la creación de Casas de Fraternidad, el desarrollo de una economía plural que favorezca a las pequeñas y medianas empresas e impulse un nuevo modelo de consumo, la implementación de una reforma laboral basada en los principios de la racionalidad y la democratización de la enseñanza, en la que es necesario, reclaman, que cobren mayor importancia las humanidades. A una sola voz, Hessel y Morin pregonan «una política del desear vivir y del revivir que nos arranque de una apatía y una resignación mortales».
Stéphane Hessel entrevistado por Nicolas Truong. Deportado ya entrado en años a los campos de Buchenwald, Rottleberode y Dora, Stéphane Hessel fue antiguo alumno de la Escuela Normale Superior enamorado de la poesía, capaz de recitar entero ?El barco ebr