El propósito de esta tesis doctoral no es otro que otorgarle la importancia que se merece a la primera obra ortográfica de la Real Academia Española: la Orthographía española de 1741. El objetivo principal de esta tesis es realizar un estudio y análisis crítico de la primera obra ortográfica independiente de la Real Academia Española. Es imposible comprender la ortografía actual del español si no se atiende al origen de todo, a la primera obra que intentó regular el desbarajuste ortográfico que se venía padeciendo desde hacía varios siglos, a la Orthograpía que sentó las bases del español moderno y que supo conciliar las distintas posturas que durante los Siglos de oro dividieron a los ortógrafos en partidarios de la pronunciación, de la etimología o del uso. Sin embargo, este trabajo no solo se ceñía al análisis de la Orthographía de 1741, sino, además, a analizar las causas que hicieron necesaria esta obra y, por supuesto, a examinar las distintas reacciones y reformas que provocó. Así, se han tenido muy en cuenta los antecedentes de la Orthographía española de 1741 (desde Alfonso X hasta Mayans y Siscar), para ver cómo se había ido conformando la ortografía de la lengua española y cuál era su estado en la primera mitad del siglo XVIII, y, además, analizando sus consecuentes: la aceptación de las doctrinas académicas, su rechazo y crítica, y respaldo institucional y sus reformas y novedades más importantes hasta llegar a la ortografía moderna del español.
Este libro pretende contribuir a mejorar nuestro conocimiento sobre las primeras décadas del método lexicográfico de la Academia Española. Tiene como objetivo ofrecer una visión de conjunto sobre los criterios con que se planificó, redacto y revisó el Diccionario de Autoridades (1726-1739). Una parte importante del trabajo está dedicada al análisis del proceso de selección y de aprovechamiento del corpus de textos tomado como base de la primera obra lexicográfica de la Academia Española, cuestión ésta especialmente relevante para el establecimiento de la nomenclatura, la descripción de las voces y los ejemplos de uso de las palabras. Descubrir los criterios con que se eligieron determinados autores y obras nos acerca al modelo de lengua propuesto por la Academia Española. Analizar la función que cumplen los distintos tipos de textos permite comprender mejor el método lexicográfico empleado.
Volumen que recoge un conjunto de estudios lexicográficos sobre diversos aspectos del Diccionario de la Real Academia Española que fueron presentados en el I Congreso Internacional de Lexicografía Hispánica (A Coruña, 14-18 de septiembre de 2004)
En 1986, don Rafael Lapesa acordó con la Fundación Ramón Menéndez Pidal la preparación de un Glosario del primitivo léxico iberorrománico, versión revisada, actualizada y definitiva de un Glosario que, iniciado en 1926 por decisión y bajo la inicial dirección de don Ramón Menéndez Pidal, había quedado terminado, tras diversos avatares, en 1976, por don Rafael Lapesa con la colaboración del profesor Constantino García. Era la primera tentativa de compilación de un léxico de las hablas románicas de la Península anteriores al siglo XIII. Desgraciadamente, la enfermedad de don Rafael y su fallecimiento en 2001 truncaron las tareas cuando apenas se había llevado a cabo una sexta parte de la obra revisada. La Fundación Ramón Menéndez Pidal y la Real Academia Española convinieron entonces en crear un equipo de especialistas encargado de proseguir la importante empresa interrumpida. Ahora bien, como el proyecto exigiría un plazo largo para su conclusión, decidieron, a modo de anticipo de la obra definitiva, publicar ya la inédita primera versión tal como quedó terminada en 1976, a fin de que, provisionalmente, pudiera ser útil como instrumento de consulta a los estudiosos de nuestra lengua y de su historia. Este es el libro que ahora aparece con el título de Léxico hispánico primitivo, en el cual, en cerca de 700 páginas, se registran unas 8500 formas gráficas agrupadas en unas 5000 entradas.