Hasta la aparición de esta obra, la literatura infantil de Enrique Jardiel Poncela había estado oculta a los lectores. Los textos que aquí se incluyen por primera vez en forma de libro se publicaron por entregas entre 1921 y 1922 en el diario «La Correspondencia de España», como parte de la sección semanal «Para los niños», escrita y dibujada íntegramente por el autor. Hallamos aquí un Jardiel Poncela distinto, aunque con su calidad de siempre más un optimismo y una frescura añadidos.El escritor nos lleva de la mano al Far West o a la misteriosa China en unas entretenidísimas aventuras que hicieron felices a muchos niños entonces y también lo harán hoy a quienes no son tan peques, por la edad, pero siguen manteniendo un corazón abierto a la magia y a la fantasía.Edición de Enrique Gallud Jardiel.
Es aparentemente una comedia sobre la rivalidad de cuatro hombres enamorados de la misma mujer, pero, segun su aturo, era una ejemplificacion de una de las teorias de Schopenhauer.
Tú yo yo somos tres (1945) es una de las piezas más divertidas de Enrique Jardiel Ponceal, renovador del teatro de humor español. Es, sin embargo, una de las menos conocidas. Su autor la denominó «comedia psico-ilógica», por los elementos inverosímiles que incluía, que rompían la lógica de lo cotidiano y hacían entrar al espectador en un mundo extremo y absurdo donde los personajes se enfrentaban a las situaciones más peregrinas y divertidas.
En tono de comedia, la obra narra las vicisitudes de Angelina, cuya mano será solicitada por Rodolfo, por expreso deseo del padre de ella, Don Marcial. Agobiada por la situación, Angelina huye con su enamorado Germán. Tras ser descubiertos por Don Marcial, este descubre, tras herir en duelo a Germán, que tiene una relación con la madre de Angelina. Una aparición de los fantasmas de los padres de Marcial, confirmándole que también ellos fueron infieles, le lleva a perdonar a su esposa.
En esta recopilación se rescatan para el lector actual tres novelas cortas románticas de Jardiel Poncela, escritas entre 1922 y 1926, que no se habían reeditado ni se incluyeron en sus Obras completas. Se trata de unos escritos originalísimos, donde el escritor vanguardista maneja el amor, el erotismo, la muerte, el misterio, la locura y otros muchos elementos literarios con su reconocida maestría y su habitual originalidad. Es éste un Jardiel distinto al habitual, debido a los temas que plantea, pero con su misma gran calidad de experto narrador.
Jardiel Poncela ha recreado a Dios a imagen y semejanza del hombre, aunque uno diría que la humanidad entera le cae mal y, en cambio, el Todopoderoso le cae simpático. Así lo señala en la dedicatoria a esta, su cuarta y última novela larga, publicada por primera vez en 1932. Propaganda «beata» según algunos (era el momento de la República), le serviría al franquismo para censurar al autor y a la Iglesia para prohibir su entierro en sagrado. Discrepancias que, desde luego, condicen la grandeza de esta novela, según muchos la mejor de Jardiel. En ella, Dios visita la Tierra unos días, pero la tournée acaba en desastre. Hasta los milagros le saldrán mal. A quien ya conozca el humor de Jardiel y a quien se haya reído con la gracia involuntaria de ciertas religiones; a quien en secreto o abiertamente necesite a Dios; al que descrea; al agnóstico que ame la literatura y a quien no lea. A todos ellos quizá les guste esta novela. Seguro que a los demás también.
La trilogía novelesca de Jardiel Poncela se presenta como una sátira literaria basada en la parodia del sistema estilístico, narrativo e ideológico de la novela de amor. A lo largo de casi mil quinientas páginas, el autor pone todo su empeño en someter dicha producción a un proceso de desmantelamiento desorbitando sus elementos constitutivos mediante la caricatura y la parodia. Dentro del proyecto de Jardiel, los personajes femeninos aparecen como el soporte privilegiado de la renovación de la narrativa humorística. Lo que caracteriza estas figuras es su configuración antiheroica y su perfil intertextual y metaléptico. Con su tipificación caricaturesca y sus nombres hipersemantizados, los personajes femeninos se convierten no solo en el blanco privilegiado de la ironía mordaz del narrador, sino también en el soporte de la estética deshumanizadora del autor. El estudio muestra que Jardiel no se contenta con socavar el edificio de la literatura al uso, sino que pretende edificar un nuevo género narrativo híbrido e innovador. En este sentido, la intertextualidad, con sus dos modalidades que son la parodia y el pastiche, pasa a ser un medio privilegiado para la regeneración (o la superación) de un género literario esclerotizado. Profesora titular en la Universidad de Orleans, Cécile François se doctoró con una tesis dedicada a la trilogía humorística de Jardiel Poncela. Es autora de unos treinta artículos sobre la narrativa española contemporánea con especial atención a las novelas de Jardiel.
Los estrenos de las comedias de Enrique Jardiel Poncela fueron acontecimientos inolvidables en el Madrid de su tiempo e incluyeron éxitos apoteósicos y estrepitosos pateos. Lo innovador de sus obras, los apasionamientos que provocaban entre el público, la fuerte oposición a ellas de la adocenada crítica de su momento, todo contribuyó a hacer de estos estrenos unos sucesos culturales de impredecible resultado. Además, los empresarios rivales enviaron muchas veces sus «reventadores», armados con pitos y martillos, para ensordecer con sus ruidos la representación. Estos enfrentamientos en pro o en contra de un nuevo y revolucionario tipo de teatro son los que Jardiel nos describe, con su estilo divertido, personalísimo e inimitable. Este libro es la primera recopilación de los «Prólogos» en los que el autor nos cuenta las circunstancias en que imaginó, escribió y estrenó las comedias que renovaron el teatro cómico español. Son, pues, la descripción del proceso creativo de Jardiel y, sobre todo, un testimonio cómico pero no por ello menos valioso del mundo cultural español de los años treinta y cuarenta, una interesante visión del teatro por dentro, hecha por quien mejor lo conocía. Enrique Jardiel Poncela (Madrid, 1901-1952) es uno de los miembros más destacados de la que se ha llamado «la generación inverosímil» y está considerado como el renovador del humor español moderno. Su producción literaria es ingente. Pese a que se le conoce más como dramaturgo, escribió también novelas, cuentos, poesías, ensayos, artículos periodísticos y guiones cinematográficos. Dirigió películas y fue empresario teatral. Su humor vanguardista y cosmopolita creó escuela y dejó una impronta jardielesca en los humoristas posteriores. Aparte de su obra creativa, Jardiel Poncela fue un teórico del humor, preconizó la superioridad de éste sobre el género dramático. Para él, la comicidad era uno de los frutos de la civilización. El humor surge de la inteligencia. Para poder entenderlo y apreciarlo en profundidad ha de poseerse una sólida cultura, una aguda sensibilidad, un buen conocimiento del propio idioma y una actitud sabia ante el mundo.