Estos cuentos transcurren en la cuenca del Yukón, Alaska, durante las largas noches de invierno del Ártico, bajo temperaturas glaciales y en la soledad inmensa donde solo el aullido del viento rompe, o acaso refuerza, el silencio blanco. A esas tierras desoladas, llegan hombres atraídos por la esperanza de hallar en poco tiempo suficiente oro para volverse ricos. Las aventuras de estos mineros y cazadores tienen el suspenso y el drama de las situaciones límites. La fuerza parece ser la única ley en esas latitudes donde seres humanos y animales luchan por sobrevivir en una naturaleza cruel. Jack London nació en San Francisco en 1876. Tenía 21 años cuando se embarcó para Alaska, atraído, como muchos, por la fiebre del oro que cundía en el río Klondike. Regresó de tal aventura enfermo y sin un céntimo, pero con la experiencia vital que le permitiría escribir estos relatos y convertirse en el escritor más famoso de Estados Unidos, continuando con la tradición de Mark Twain y anticipando a Hemingway.
Desde siempre, y en todas las culturas, el oro ha sido entendido como el símbolo de lo mejor que la vida puede deparar al hombre. La lucha por el oro es, por tanto, la inquebrantable y quimérica lucha humana por conseguir la felicidad. La quimera del oro agrupa una serie de relatos que Jack London escribió sobre la dramática y apasionante aventura de los buscadores de oro en Alaska. En una parábola de la vida del hombre y de su búsqueda de la felicidad, de sí mismo y de su destino, pero también, la frustración de esa búsqueda.
CHRISTOPHE CHABOUTÉ SE ESTRENA EN EL CATÁLOGO DE NORMA CON UN DESGARRADOR RELATO DE JACK LONDON.En 1896 se descubrieron ricos yacimientos de oro al norte de Canadá, en Klondike. Muchos aventureros se dirigieron hacia allí, a pesar de las duras condiciones climáticas, en busca de un futuro mejor. Jack London nos escribe la historia de uno de estos aventureros, que bien podría ser la de toda una generación.
Novela en la que JACK LONDON (1876-1916) ideó un imaginativo marco para el relato de aventuras y dio rienda suelta a sus convicciones en el terreno de los valores y las creencias, ASESINATOS, S.L. es una obra cuya trama y personajes rebosan originalidad y vigor. Si el eje en torno al cual gira la acción es el de una agencia dedicada a eliminar a los enemigos de la sociedad, el jefe de la misma y protagonista, Dragomiloff, es tanto la encarnación ideal del propio London la persona en que se aúnan pensamientos y acción y la fuerza física se conjuga con una inteligencia superior, como un trasunto humano de la figura alegórica del lobo que, tras un periodo de domesticidad, vuelve a la libertad del bosque. Otras obras de Jack London en esta colección: «Colmillo Blanco» (BT 8017), «La llamada de la naturaleza. Bâtard» (BT 8049), «El silencio blanco y otros cuentos» (LB 673).
De Jack London tenemos la imagen del escritor que en sus cuentos relata con un descarnado realismo las aventuras de unos obstinados y admirables o abominables personajes situados en los sobrecogedores escenarios del Gran Norte o en las islas de los Mares del Sur. Existe, sin embargo, un London visionario que irrumpe en el mundo de la ciencia-ficción con la misma fuerza descriptiva y de pensamiento para regalarnos unas fábulas, cuya acción se sitúa fuera de la historia, en unos imaginarios polos opuestos del tiempo. En Antes de Adán, un muchacho del siglo veinte se convierte en sus sueños nocturnos en Colmillo Largo, un homínido del Pleistoceno, que vive en una sociedad desgarrada por feroces conflictos de convivencia entre unas poblaciones que han alcanzado distintos estadios de evolución. En sus horas de vigilia, el muchacho pone en orden los terribles episodios de su vida primitiva para dar una coherencia cronológica a sus experiencias. A partir de aquí, London teje una sugerente teoría sobre la memoria racial. El viejo profesor de La peste escarlata es uno de los pocos supervivientes de un cataclismo ocurrido en 2013 que destruyó la civilización alcanzada hasta entonces y redujo a la humanidad a un nuevo primitivismo. En el año 2072, que es cuando ocurre la acción de la novela, el pobre hombre intenta trasladar infructuosamente a sus nietos los conocimientos que la humanidad había poseído. Los volverá a poseer, sin duda, pero deberá empezar otra vez de cero su azaroso y larguísimo camino hacia el saber