El protagonista de estas historias, Pat Hobby, es un guionista que tuvo éxito en los años veinte, y ahora sobrevive, convertido en una sombra de sí mismo, en el duro y competitivo Hollywood del cine sonoro. Deambula por los estudios, intriga para consegui
"Winter Dreams" descriu l'ascens social d'un jove i, sobretot, les desafeccions de l'amor, tema recurrent en l'obra de Fitzgerald. A Bernice Bobs her Hair, una jove ingènua intenta fer tot el possible per sentir-se socialment acceptada. "Bob haircut" o "a la garçonne", era el tall de cabell propi de les escandaloses vampiresses del cinema. El bo i millor del narrador nord-americà ho trobem en els relats protagonitzats per les flappers i pels sad young men, retrats fidels de les noies modernes i dels joves afligits que formaven part de la generació del jazz que va viure entre dues guerres.
Primer volumen de los cuentos esenciales de uno de los autores más destacados de la Generación Perdida. Francis Scott Fitzgerald figura entre los más importantes autores de la literatura norteamericana del siglo XX. Las generaciones que le siguieron estuvieron profundamente influidas por su, aunque breve, extraordinaria producción, en la que se cuentan cinco novelas y más de un centenar de relatos breves. El presente volumen, el primero de los dos que componen la colección esencial de sus cuentos, recoge algunos de ellos. Se da así testigo de la inmensa capacidad creativa de Fitzgerald en narraciones que van desde sus primeras publicaciones hasta pequeñas obras tan celebradas como El curioso caso de Benjamin Button, La escala de Jacob o El diamante tan grande como el Ritz. Gertrude Stein dijo...«Fitzgerald seguirá siendo leído cuando la mayoría de sus contemporáneos ya hayan sido olvidados.»
Estos ensayos autobiográficos muestran una dimensión mucho más personal del autor: la desconfianza en el sistema familiar estadounidense, su relación de amor-odio con el dinero, el impacto de las prohibiciones en la juventud, la conciencia de pertenecer a una nueva generación de escritores, la sensación de fracaso al asistir a un espectáculo cuyo final dejó muy pronto de estar al alcance de la mano del escritor.
A mediados de la década de 1930, F. Scott Fitzgerald tenía unas deudas astronómicas, su esposa Zelda estaba ingresada en una clínica psiquiátrica y la hija de ambos, Scottie, daba sus primeros pasos desde una infancia de privilegios hacia una juventud comprometida con su tiempo. Las cartas que le escribió, traducidas por vez primera al castellano, abarcan esos años decisivos, para el padre postreros, para la hija inaugurales. Se leen en estas cartas consejos sobre chicos, libros, viajes, alcoholes, asignaturas en la universidad, notas académicas, tratos con los dineros propios y ajenos, los peligros de un éxito prematuro (Scottie publicó un cuento en el New Yorker antes de cumplir los veinte años) o la insistencia en la ética del trabajo. También encontramos la mirada del escritor sobre el mundo funesto que se estaba gestando, desde la Guerra Civil española hasta los primeros compases de la Segunda Guerra Mundial. La guerra cambiaría para siempre el rostro de la Europa que ambos, padre e hija, habían conocido durante la engañosa bonanza económica de los felices veinte. Sólo Scottie la vería terminar. El 21 de diciembre de 1940, F. Scott Fitzgerald moría de un ataque al corazón en Hollywood. Se interrumpía sin despedida posible el intercambio. Con una prosa perspicaz, a veces deshilachada por la urgencia, siempre ingeniosa, amorosa, atenta al ruido y la furia de la década, nunca presumida, profesoral o autoritaria, F. Scott Fitzgerald fue tejiendo entre 1933 y 1940 un milagroso lazo epistolar destinado no solamente a la niña de doce años, la adolescente de quince o la brillantísima joven de diecinueve, sino a una Scottie intemporal, a la mujer que vendrá, porque el padre no se guarda nada en las cartas y escribe con una asombrosa honestidad un testamento literario, ético, un regalo para una vida.
Segundo volumen de los relatos esenciales de uno de los grandes autores del siglo XX. La segunda parte de la antología de los cuentos de Francis Scott Fitzgerald supone la inclusión de los textos de madurez de un autor ya consagrado ante el público, la crítica y los demás escritores de su tiempo. En las breves narraciones reunidas en este volumen se revelan en su máxima expresión el carácter y las inquietudes personales y literarias de uno de los más conocidos prosistas del siglo XX: la corrupción y el fracaso del Sueño Americano, la desesperanza de la juventud, la frustración, la incesante búsqueda de belleza# Los temas que recorren historias como La boda, Vida nueva o Regreso a Babilonia, entre otros, son también los que reflejan el malestar de toda una generación marcada por la guerra y la desilusión. T.S. Eliot dijo...«Me parece el primer paso que ha dado la literatura de ficción americana desde Henry James.»
FUE el propio F. Scott Fitzgerald quien en los años veinte bautizó su época como la «Jazz Age», convirtiéndose así el propio autor en «The Voice of the Jazz Age» para la crítica especializada, a sabiendas de que todas estas voces, ritmos, personajes y temas de esa era de excesos y de sátira que impregnaba todos los ámbitos de su mundo ya estaban presentes en su obra poética, la primigenia vocación literaria de nuestro autor. Es la poesía el primer género literario con que el joven Scott como prefería ser llamado con apenas quince años, iniciaría su singladura como escritor con la publicación del poema «Football», en 1911. La poesía de Fitzgerald tiene su propio timbre y pulso poético, así como una bien definida intención lírica orientada hacia lo cotidiano, la nota simpática a modo de recorte de prensa, la parodia, la broma y la crítica más inoportuna, satírica o despiadada, con la que el joven poeta aspiraba a convertirse en «el Rupert Brooke americano». Esta poesía, como primer período literario de Fitzgerald, responde a una etapa de formación del autor con la que este busca su propia identidad y su propia voz con sentimientos subjetivos donde la obra de arte, como proceso lírico, tiene una marcada vocación de universalidad. De ahí que el hablante lírico a menudo parece olvidarse de sí mismo para abrazar la poesía como obra de arte intimista, directa y mágica, mediante unos procesos líricos que tienen sus orígenes y raíces en las experiencias más íntimas del poeta, que parece sumergirse en una actividad instintiva nacida de una predisposición natural hacia la fantasía como estímulo del alma y el sentimiento más puro de su creador.
Por primera vez un único volumen una colección esencial, un monumento a Francis Scott Fitzgerald, una de las grandes voces de la literatura estadounidense Todo el brillo imperecedero del autor de El gran Gasby aparece en estas cuarenta y tres obras maestras, que incluyen clásicos como «El extraño caso de Benjamin Button» o «A tu edad». De los primeros relatos que capturan la atmósfera de los años veinte, hasta los últimos que pueden leerse como una reflexión sobre los excesos de su juventud. «Concibo todos mis relatos como si fueran novelas, exigen una emoción especial, una experiencia especial: así que mis lectores, si los hay, saben que cada vez encontrarán algo nuevo.»Francis Scott Fitzgerald Reseña:«Fitzgerald tenía una de las más raras cualidades que pueden darse en cualquier tipo de literatura... la palabra es encanto ¿Quién lo tiene hoy en día? No se trata de esribir de un modo preciosista, o con un estilo sencillo. Es una especie de magia tenue, controlada y exquisita.»Raymond Chandler
Junto con su esposa Zelda, heredera de una rica familia americana, FRANCIS SCOTT FITZGERALD (1896-1940) fue durante algunos años el centro de una brillante vida social e intelectual en los míticos escenarios dorados de los años veinte: París, Nueva York y Hollywood. Después de su primera novela, «A este lado del paraíso» (L 5636), el escritor plasmó en el soñador, hipersensible, indeciso, irónico y altanero Anthony Patch, protagonista de HERMOSOS Y MALDITOS (1922), muchos rasgos de su personalidad, pero también una visión satírica de la vida americana y un agudo retrato de la juventud de la " edad del jazz " , que, en una atmósfera de vertiginosa y vacía prosperidad, efecto de la Primera Guerra Mundial, abordaba ya con oscura intuición, producto de la rebeldía y la desintegración del orden tradicional, un camino abocado al turbio destino que había de aguardar, con el tiempo, a la llamada " generación perdida " . José Luis López Muñoz es el autor de la traducción, que ha revisado y corregido expresamente para esta edición.