Desde la habitación de una fría pensión un hombre se siente involucrado en un dramático suceso que sucede en la habitación de al lado. Un sádico plantador blanco se divierte cortando las colas de los perros de sus pobres arrendatarios. Un cazador blanco prefiere seguir a su jauría de sabuesos antes que socorrer a otro cazador negro que ha caído en un pozo. El hambre insoportable es el desencadenante de la fatal reacción de un padre hacia su hija pequeña. Un joven enamorado espera que un sombrero nuevo le ayude a declararse a su amada. Una pareja de jóvenes casados recorre más de cuarenta millas para visitar la tumba de su hija muerta. Un ex gobernador del estado trata de obtener un anticipo de la muchacha con la que dice querer casarse.
Demasiados suecos forman parte de los relatos cortos que Erskine Caldwell escribió entre 1930 y 1940 para Scribner s Magazine. En unas notas autobiográficas, el autor escribe: "No tengo verdades filosóficas que impartir, ni me mueve ningún impulso evangélico para cambiar el destino humano. Lo único que he querido hacer es describir lo mejor que he sabido las aspiraciones y la desesperación de la gente sobre la que escribo". En una situación descrita con humor, como la de este relato, en la cual un matrimonio americano ha de soportar horrorizado la invasión de una familia numerosa de chillones inmigrantes suecos que se instalan en la casa vecina, subyacen los conflictos de clase y raciales y el rechazo al recién llegado en una América herida por la depresión económica de aquellos años.
Cualquiera que hubiese escrito un libro o algunos de sus cuentos cortos podría morir tranquilo. William Faulkner. Leer a Erskine Caldwell deja huellas en el alma difíciles de borrar. Gabriel García Márquez. Cuando William Faulkner insinúa, Erskine Caldwell registra. Chicago Tribune. Desde la muerte de Alice, sus cinco hijos, el viudo Chism y el abuelo, blancos pobres del sur, malviven en su pequeño pueblo. Todos echan de menos a la madre, que con bondad y energía mantenía la unidad dentro del hogar y sabía dar certeros consejos a sus hijos. El padre solo piensa en ir a cazar comadrejas con sus perros, y el abuelo, el más sensato, es demasiado viejo para trabajar. La historia se centra en Chism, ocioso y deshonesto, y en sus tres hermosas hijas, que sufrirán humillaciones que acabarán en una tragedia de la cual surgirá la posibilidad de regeneración.
En los campos de Augusta, en Georgia, el algodón ha dejado de cultivarse y los campesinos se han trasladado a la ciudad para trabajar en las hilanderías. Jeeter Lester es un blanco pobre, heredero arruinado de una extensa propiedad, que en otros tiempos fue próspera. Él no ha abandonado sus tierras y mantiene la esperanza de conseguir un préstamo para comprar semillas de algodón y reavivar el añorado cultivo. La decadencia económica de la región se empareja con la vileza moral, expresada por los personajes con sus actitudes mezquinas, grotescas y racistas. Los paisanos de Caldwell lo consideraron un traidor al describirlos como unos seres primitivos, y El camino del tabaco fue anatemizado por las bibliotecas de su ciudad. El escritor alegó que la obra era sobre todo un rechazo a la literatura de ?claro de luna y magnolias? que se hacía en el sur. De esta obra se hizo una adaptación teatral que se mantuvo siete años en cartel en Broadway y John Ford la llevó al cine en el año 1941 con una joven Gene Tierney en uno de los papeles.