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TRATADO DE ARMONÍA (COLINAS, ANTONIO)
Cuando se avienen a ello, los autores son los mejores introductores de su propia obra. Dice AntonioColinas en el «Preliminar» : «Comencé a trabajar en Tratado de armonía en los primeros días de 1986. (?) No creo que se pueda hablar de "pensamientos" al enjuiciar el género de este libro. ¿Aforismos, reflexiones, impresiones, contemplaciones ? Acaso me decidiría por este último significado, pues casi todas las partes del libro nacían de una contemplación objetiva y serena, de una impresión vivida sin prisas en el medio de la naturaleza pura. (?) Quizá lo que, subterráneamente, lata en este libro sea una teoría sobre el ser humano, pero sin ninguna pretensión lógica o sistemática».Por otra parte, en los veranos de 1989 y 1990, Colinas recorrió varias ciudades y rutas de la mística española, releyendo a Juan de la Cruz y Teresa de Avila, entre otros, y escribiendo la segunda parte de este libro, «Tratado de signos». «Para mí supuso un sorprendente descubrimiento encontrar, sepultados por debajo de dogmas, teologías, persecuciones, sangres, un mismo afán, el espíritu universal de toda mística. (?) El hecho de que estos "signos" fueran surgiendo de manera totalmente inconsciente en los preludios del 400 aniversario de la muerte de san Juan de la Cruz me pareció todo un vaticinio. Que, además, estos textos puedan aparecer en 1991, redoblan este sentido de sintonía plena y de armonía hallada -no buscada- que para mí ha supuesto un gran don.»De modo que este libro para leer despacio, a sorbos lentos, en el que cada «contemplación» deposita en nuestro pensamiento una semilla distinta, que más tarde germina, crece, se expande y ocupa su propio espacio en cada uno de nosotros.

LA PLENITUD CONSCIENTE . ENTREVISTAS SELECCIONADAS POR ALFREDO RODRÍGUEZ (COLINAS, ANTONIO)
“Las palabras de Antonio Colinas que inundan este libro son la verdad perdida, la vieja verdad olvidada que algún día acaso recuperaremos, en esta sociedad adormecida, agotada en su bienestar, que da la espalda a lo que es, a su espíritu. Nos habla de respirar —la respiración consciente—, como nos habla de la experiencia estética, esto es, como pasos necesarios en el sendero abierto a la trascendencia. Constituyen por otra parte y de algún modo una visión de conjunto sobre la evolución de su obra, así como una buena introducción al pensamiento del escritor bañezano. Aquí, el poeta aparece tan atento a las amenazas de nuestro tiempo anestesiado y amnésico, como a la evolución de su creación literaria, al desarrollo de su filosofía de vida, pero también a los temas que todos los lectores ya iniciados pueden reconocer en sus libros. Introducción y síntesis de su obra, relato de una vida, este libro muestra igualmente cómo Colinas sabe imprimir a su pensamiento el resultado de un lento proceso de siembra y maduración; cómo sabe proponer a cada lector una lección de sabiduría en la que la poesía es el regreso, el abrazo a una tradición que resume todas las tradiciones. Lección en la que se condensan setenta años ya de una vida que ha hecho definitivamente de la poesía algo consustancial a la experiencia de vivir”. Alfredo Rodríguez