Timothy Ferris, profesor emérito de la Universidad de California y maestro indiscutible de la literatura de divulgación científica, nos cuenta en La aventura del universo la apasionante historia de cómo el hombre ha ido descubriendo el escenario cósmico en que habita, desde Aristóteles hasta las más modernas visiones del origen y el fin del universo. El mérito de este libro no reside tan sólo en hacer comprensibles unas teorías científicas complejas, sino en haber acertado a explicar esta «historia» con una extraordinaria amenidad y haber conseguido infundirle calor humano, al mostrarnos a los investigadores como hombres enfrentados a un reto: a Kepler, esforzándose por definir la órbita de Marte; a Galileo que sigue especulando sobre el universo mientras permanece encerrado por la Inquisición; al joven Edward Tryon, exponiendo, entre las risas de sus colegas, unas hipótesis que conducirían al desarrollo de la teoría de la inflación del universo.
En este opúsculo, compendio riguroso de un libro que ha marcado un hito en la historia de la lógica, Jan Lukasiewicz, el eminente filósofo y lógico polaco, somete a una crítica minuciosa el principio de contradicción tal como lo formula y defiende Aristóteles en el libro IV de la Metafísica. Según su propia confesión, al padre de la lógica polivalente le animó a llevar a cabo esta tarea el convencimiento de que «así como en el curso del siglo XIX un examen más detenido del principio euclidiano de las líneas paralelas ha conducido a nuevos sistemas no-euclidianos de geometría, así también no estaría completamente excluida la sospecha de que una revisión radical de las leyes lógicas fundamentales de Aristóteles pueda proporcionar acaso el punto de partida para nuevos sistemas no-aristotélicos de lógica».
Se suele pensar que Occidente descubrió el saber griego en la Edad Media gracias a las traducciones árabes. Sylvain Gouguenheim rompe de plano con esta idea al demostrar que Europa siempre preservó sus contactos con el mundo griego. Al mismo tiempo descubrimos que, al otro lado del Mediterráneo, la helenización del mundo islámico, más limitada de lo que se cree, se debió sobre todo a los árabes cristianos. Así, parece ser que la helenización de la Europa cristiana fue ante todo fruto de la voluntad de los propios europeos. Si el término «raíces» tiene algún sentido en el caso de las civilizaciones, las raíces del mundo europeo son, por tanto, griegas, y no lo son las del mundo islámico.
Siguiendo la estela de Platón y un ornitorrinco entran en un bar, Cathcart y Klein han escrito otra obra maestra del humor. Esta vez el objeto de sus bromas es la política y desde Gengis Khan hasta George W. Bush, los autores utilizan citas textuales de discursos y documentos para explicar al lector que en política hay mucho aspaviento y poca miga. Deconstruyen cada cita y añaden su excepcional sentido del humor para demostrar que en realidad no hay nada detrás de las palabras. Todos pensamos que los políticos hablan mucho y dicen poco, pero nunca habíamos tenido delante un análisis tan claro y con el humor de éste.
La Metafísica, uno de los tratados fundamentales de Aristóteles (384-322 a. C.), tuvo como génesis un conjunto de escritos independientes, cuya finalidad original era sobre todo educativa. Así pues, por su naturaleza, la Metafísica no puede considerarse tanto la exposición de un sistema perfectamente acabado como una obra que aborda diferentes temas a lo largo de catorce libros. No obstante, su concepción integral acaba dando a luz la ciencia «más allá de la física», es decir, la filosofía primera. La Metafísica no solo es un libro pionero, sino que se trata una de las obras capitales de la filosofía, cuyo peso e influencia son inmensos e inabarcables. En este cuidado volumen se presentan tres versiones del texto aristotélico: el texto original griego establecido por el profesor Werner Jaeger, la traslación latina realizada por Guillermo de Moerbeke en el siglo XIII y la canónica traducción de Valentín García Yebra. Por ello, esta completa edición de la Metafísica es sin duda todo un hito de la traducción y un tesoro filológico de incalculable valor.
A partir de un análisis exhaustivo de dos de las principales obras del clásico filósofo griego, la Política y la Ética a Nicómaco, de las que se ofrece una amplia antología y comentarios críticos que incorporan los debates de las últimas décadas, Berti se ocupa de todos los temas fundamentales del pensamiento político aristotélico ?como por ejemplo el concepto de polis, o la anhelada «ciudad feliz»?, y confronta el pensamiento político de Aristóteles con el de otro filósofo griego fundamental, Platón. La rigurosa lectura introductoria que nos ofrece Berti se distingue de otros estudios históricos sobre el pensamiento político de Aristóteles por la capacidad de establecer un fructífero diálogo entre las ideas del filósofo clásico y el pensamiento político moderno y, sobre todo, contemporáneo.
Es bien sabido que la ciencia y la filosofía son ramas nacidas de un mismo tronco, y que este tronco común hunde sus raíces en Grecia, sobre todo en el fértil terreno del pensamiento aristotélico. Sin embargo, no siempre somos conscientes de hasta qué punto es palpable la presencia de Aristóteles en la ciencia contemporánea, la cual, en su afán por dar respuestas a las preguntas de siempre y a las nuevas que ella misma genera, acaba por rebasar los límites de sus saberes específicos y por reencontrar sus orígenes filosóficos. Este libro, precisamente, consigue tender puentes entre el pensamiento contemporáneo y los problemas planteados por Aristóteles, cuyos textos, vistos a la luz de la ciencia actual, recobran todo su vigor y muestran tanto la permanencia de los grandes interrogantes que abre el conocimiento como la necesidad de que éste mantenga vivo su espíritu crítico.
Revisar Henri Bergson (1859-1941) nació en París hijo de madre inglesa y padre exiliado polaco de origen judío. Estudió filosofía en la École Normale Supérieure y fue profesor de secundaria de varios liceos en Francia. Más tarde, se doctoró en filoso