Dos relatos sorprendentes enmarcan La confesión de una joven y otros cuentos de noche y crimen. El que presta título al volumen es la confesión hecha, poco antes de morir, por una joven que se suicida tras una compleja relación filial con su madre y fue fruto de la imaginación, en 1896, del joven Proust. En cambio, Sentimientos filiales de un parricida, que cierra el volumen, es un reportaje periodístico. Once años más tarde la realidad copiaba a la ficción: en 1907, Proust se entera por una noticia aparecida en la prensa de que un joven de la alta sociedad, con el que mantenía correspondencia, acaba de asesinar a su madre y luego, tras mutilarse de forma horrible, se había suicidado. Antes de la noche, Violante o La mundanidad y el final de los celos giran sobre esos mismos elementos: noche, traiciones a sí mismo, muertes, suicidios morales...
" Por el camino de Swann " es el primer libro de la conocida obra de Marcel Proust " En busca del tiempo perdido " , una de las cumbres de la literatura del siglo XX. En esta novela que evoca la infancia del autor se hallan las páginas más célebres y los pasajes más famosos de la obra: el momento de irse a dormir, el instante en que inesperadamente el sabor de una magdalena desencadena el torrente de la memoria, el análisis de los celos que se hace a través del personaje de Swann.
En busca del tiempo perdido no solo es una de las obras más innovadoras de la literatura universal, sino que además se ha convertido en la mejor novela sobre la percepción subjetiva del Tiempo. Repleta de personajes inolvidables, escenas pictóricas y recuerdos prodigiosamente evocados, En busca del tiempo perdido es la fascinante crónica del ocaso de un mundo elegante que de forma inevitable debe dar paso a la modernidad del siglo XX.
Se incluyen en esta edición tres trabajos de Marcel Proust compuestos en diferentes ocasiones y con diferentes objetivos, así como una selección de su correspondencia con la señora Straus. Sobre la lectura es el Prefacio que puso a la traducción de la obra de John Ruskin, Sésamo y lirios, (Sobre los Tesoros de los reyes y los jardines de las reinas). Esta larga introducción es una memorable reflexión sobre lo que la lectura supuso para Proust en la niñez, y el valor que le otorga en la edad madura. La muerte de las catedrales es un trabajo aparecido Le Figaro el 16 de agosto de 1904, en el que intentaba mostrar los perjuicios que para la continuidad de catedrales e iglesias tendría la aprobación del proyecto Briand, que suponía la separación entre Iglesia y Estado. Estas pocas páginas son una bella muestra de la prosa proustiana. En 1907 Marcel Proust conoce a Alfred Agostinelli, un ingeniero al que contratará como chófer, y junto al que viajará por las iglesias de Normandía. Las impresiones de un viaje en automóvil data de ese año de 1907 y fue publicado el 19 de noviembre Le Figaro. De la abultada correspondencia que Marcel Proust y la señora Straus mantuvieron desde aproximadamente 1890 hasta el fin de sus días, destaca una selección que publicó Robert Dreyfus, amigo de ambos, en la Revue de Paris, en el número septiembre-octubre de 1936. Estas cartas proporcionan detalles sobre la división que sufrió la sociedad francesa con el caso Dreyfus, así como aspectos personales de la vida de Marcel Proust, o el impacto de la Gran Guerra.
La relación de Marcel Proust con personas de habla hispana recorre su vida y atraviesa su obra de un modo oblicuo. Estas cartas revelan el perfil de sus vínculos, casi secretos, con dos argentinos y un español que ingresarán como personajes en su saga novelesca. Un universo fascinante e impensado, iluminado por motivos típicamente proustianos los celos, los ardides de la seducción, la vanidad y el abismo de los sentimientos más profundos, aparece de forma exquisita en la correspondencia con Yturri, Casa Fuerte y Daireaux, que ve la luz por primera vez en nuestra lengua.
Havent deixat enrere els dubtes i els tempteigs de ladolescència, el jove narrador torna a París decidit a continuar el seu aprenentatge i descobreix amb fascinació el bo i millor de la vida parisenca. Mentrestant, la seva vocació com a escriptor, interrompuda sempre per la distracció mundana i els idil·lis amorosos, es resisteix a desaparèixer, i la seva sensibilitat es prepara per contemplar la desaparició del seu món infantil.
Escrito entre 1908 y 1922, la novela A la recherche du temps perdu (En busca del tiempo perdido) constituye una de las cimas de la literatura del siglo XX y ha sido enormemente influyente tanto en el campo de la literatura como en el de la filosofía
La segona part dEl cantó de Guermantes comença allà on havia acabat la primera: làvia del narrador està cada vegada més malalta i, per a desesperació del protagonista, els metges es revelen del tot impotents davant el seu ràpid declivi. El relat de seva mort sens dubte, un dels fragments més emocionants i brillants de tota lobra de Proust significa, de fet, el pas a ledat adulta del protagonista, que serà objecte de nombroses mostres de condol, de vegades ridícules i sorprenents, mostra duna profunda hipocresia. Setmanes més tard, el narrador rep una visita de lAlbertine, la jove a la qual va conèixer en A lombra de les noies en flor, i hi inicia una relació tímida, que es revelarà amb tota la seva força en el següent volum, Sodoma i Gomorra.
La influencia que el escritor y pintor inglés John Ruskin ejerció en la lengua francesa en la segunda parte del siglo XIX fue interiorizada por Marcel Proust de tal modo que sobre ese cemento elaboró no sólo una teoría estética propia, sino que además formó ese " yo " que soporta la estructura de la novela-catedral que es " A la busca del tiempo perdido " . La recuperación de impresiones que Proust saca de las teorías de Ruskin se produce ya en " Sobre la lectura " que adelanta pasajes de " A la busca del tiempo perdido " . El recuerdo de las lecturas de la infancia anuncia las primeras páginas de " Por la parte de Swann " , no sólo por el ámbito en que se mueve el protagonista -los platos pintados de la casa veraniega de tía Léonie en Illiers, la péndola, los espinos blancos-, sino también por el tono literario, por el fraseo largo e imbricado, por la sintaxis que se esponja y genera nuevas oraciones, por la mirada fijada en detalles en principio nimios, por la forma de abordar los personajes de los libros leídos, que cobran vida: no son fruto de la imaginación, la verdadera vida está en la lectura, de ahí la incomodidad que representan el mundo y las rutinas de la vida cotidiana, las obligaciones familiares, tener que comer con los demás, tener que obedecer órdenes como dejar el libro durante el paseo, irse a la cama y apagar la luz.
Sodoma y Gomorra es el cuarto volumen de En busca del tiempo perdido, obra magna de Marcel Proust. Esta novela inaugura un nuevo período dentro de su marco total. Mientras espera en el patio de la duquesa de Guermantes, contemplando la polinización de sus orquídeas, el narrador observa en secreto el encuentro sexual entre dos hombres, el barón de Charlus y Jupien, una escena representada según las leyes de un arte oculto. De este modo comienza una meditación profunda sobre la sexualidad y el deseo, alimentada por la atracción que el narrador siente por la bella Albertine. Samuel Beckett dijo...«Las flores y plantas no poseen voluntad. Son descaradas, exponen sus genitales. Y así, en cierto sentido, son los hombres y mujeres de Proust... Descarados.» ---En busca del tiempo perdido 1. Por la parte de Swann2. A la sombra de las muchachas en flor3. La parte de Guermantes4. Sodoma y Gomorra5. La prisionera6. Albertine desaparecida7. El tiempo recobrado
En El tiempo recobrado, séptimo y último volumen de En busca del tiempo perdido, Marcel se reencuentra con todos sus amigos, ahora decrépitos y envejecidos. Destruida la belleza. Cercana la muerte. Este es el volumen más otoñal y melancólico de la serie.En este séptimo y último volumen, el narrador ve desfilar ante sus ojos a todos los personajes de su vida, cruelmente golpeados por el tiempo. En plena Primera Guerra Mundial, el barón de Charlus sigue buscando amantes bajo el fuego enemigo que cae sobre París, al tiempo que Marcel sigue rememorando episodios de su infancia.Para muchos críticos, El tiempo recobrado constituye el libro más intenso y turbador de toda la serie, un verdadero baile de fantasmas en el que el tiempo celebra su última representación.Roland Barthes dijo...«Proust es un sistema completo de lectura del mundo. Si se admitiera ese sistema no habría en nuestra vida cotidiana incidente, encuentro, rasgo o situación que no tuviera ya su referente en Proust.»---En busca del tiempo perdido1. Por la parte de Swann2. A la sombra de las muchachas en flor3. La parte de Guermantes4. Sodoma y Gomorra5. La prisionera6. Albertine desaparecida7. El tiempo recobrado
Quan el narrador comença a sospitar que la seva estimada Albertine té una aventura amorosa secreta (potser lèsbica?), se l?emporta cap a París, a fi de mantenir-la allunyada de les temptacions de l?ambient dissipat de Balbec, una població d?estiueig. En aquest volum de la cèlebre «A la recerca del temps perdut», Proust continua analitzant l?ànima dels seus personatges, i en particular s?atura a reflexionar sobre l?amor obsessiu i l?origen del sofriment.
Publicado en 1894, " Los placeres y los días " («libro mejor escrito, o menos mal que " Swann " », como escribió muchos años después, en 1918, el propio Marcel Proust) prefigura sin duda, por un lado, la genial creación de " En busca del tiempo perdido " (publicada íntegramente en siete volúmenes en esta colección), pero por otro es la mejor manera de iniciarse en la lectura del autor francés que puede hallar quien se sienta abrumado ante su imponente hermana mayor. El libro es, en efecto, una deliciosa recopilación de relatos, estampas sueltas, impresiones y reflexiones que por su perfección y atmósfera suspenden el ánimo del lector, así como de pinceladas y esbozos de situaciones y personajes que más tarde habrían de aparecer en su obra magna.
En 1952, el escritor francés André Maurois encontró una caja llena de hojas manuscritas en un guardamuebles de la familia de Marcel Proust. Estudiado el contenido y encontradas referencias epistolares al mismo, Maurois concluye que se trata de una novela de Proust iniciada en 1896 y enriquecida a lo largo de siete años por el escritor con sucesivos textos de índole autobiográfica: el encuentro con el poeta y crítico John Ruskin, su duelo con el escritor bohemio Jean Lorrain, su posición ante el «caso Dreyfus», etc. En el prefacio Proust nos presenta a los dos principales personajes de la novela, Jean Santeuil y Henri de Réveillon, que son convocados por un escritor llamado C. a su lecho de muerte para ofrecerles su última novela, que Santeuil se encargará de publicar. Ese juego de la novela dentro de la novela no tarda en disolverse dando paso a la voz del protagonista, Jean Santeuil, cuyo nombre sirvió al primer editor de la novela para darle título, pues carecía de él. La génesis de Jean Santeuil es la «memoria» de los años de infancia, adolescencia y formación del protagonista, que empieza recordándose niño en los Champs-Élysées enamorado de una compañera de juegos, Marie Kossichef, para alternar luego ese recuerdo con descripciones contemporáneas: Santeuil está pasando una temporada en el castillo de Madeleine Lemaire. En Jean Santeuil el lector podrá encontrar el origen de infinidad de anécdotas, obsesiones, reflexiones, paisaje y mundo amoroso desarrollado posteriormente en A la busca del tiempo perdido.