La importancia del género novelítico en el siglo XIX se pone de relieve, sobre todo, a partir de 1868. Pero en los años anteriores -sobre todo en las décadas 40, 50 y 60- es cuando se forja todo el entramado teórico que permite la eclosión del género que se manifiesta a partir de Benito Pérez Galdós. En el presente estudio se revisa la posible teoría de la novela elaborada mediante un corpus literario formado por las ideas que críticos y novelistas plasman tanto en las importantes revistas literarias y científicas cuanto en los propios prólogos de las novelas, en donde se cuestionan qué es la novela, qué reglas la rijen, el porqué de tantas traducciones, esto es, la serie de elementos teóricos que permitirán su inclusión dentro del nuevo sistema genérico así como la creación de lo que ellos denominan "la novela nacional".
En " Las vanguardias artísticas del siglo XX " , el escritor y crítico de arte Mario de Micheli ha trazado una crónica viva de los grandes movimientos que configuraron la transformación de las artes plásticas desde el cambio de siglo hasta 1950, buscando su línea de continuidad y su común razón de ser en aquello que propiamente constituye la esencia de la vanguardia: el ánimo de ruptura cultural. Combinando el dato histórico y la crítica, se ofrecen aquí los materiales de una visión de los " ismos " más profunda que la mera catalogación de variantes formales; una visión integral, apoyada, de una parte, en el examen de la actividad creadora de los artistas más representativos del período, y, de otra, en los manifiestos y programas que presentaron las posiciones de partida de cada grupo.
En los últimos 10 años se han producido universalmente grandes cambios respecto a los conceptos y el tratamiento de los síndromes del dolor. Estos cambios no son sólo clínicos y científicos, sino también sociales y terapéuticos. La American Pain Society (APS) ha denominados el dolor como el quinto signo vital. Pero quizá el mayor avance en este campo ha venido con la introducción de nuevos estándares para la práctica clínica que ha establecido la Joint Commision on Accreditation of Healthcare Organization (JCAHO). Este Manual de diagnóstico y tratamiento del dolor sigue la línea marcada por la JCAHO y recoge las claves que permiten establecer una política apropiada para valoración, tratamiento, uso de analgésicos y otras intervenciones de control del dolor. Se trata de un libro de consulta, con diversas ilustraciones y tablas explicativas, que lo convierten en un volumen básico para el diagnóstico y tratamiento del dolor. La mayor parte de este volumen está dedicado a la descripción de los más comunes síndromes de dolor, clasificados anatómicamente. En una primera parte, se recogen los conceptos básicos fisiológicos y algunos requisitos necesarios para obtener correctas pruebas diagnósticas. Los capítulos siguientes están centrados en la medicación, los procedimientos y tratamientos más habituales para pacientes que se quejan de dolor. Se incluyen también tratamientos del dolor para Pediatría, para pacientes inmunodeficientes o infectados por VIH, y para personas con síndromes de adicción. Elaborado con una visión multidisciplinaria de esta patología, ha contado con un gran equipo de especialistas que desarrollan cada uno de los capítulos. De esta manera, los conceptos que se aportan en este libro están enriquecidos por una serie de conocimientos que se complementan entre sí que permitirán dar respuestas y soluciones a los pacientes con síndromes de dolor.
Este libro está en continuidad con aquel otro titulado Universalidad de Cristo. Universalidad del pobre, publicado en esta misma colección y que quería responder a la pregunta: "¿Qué puede aportar al diálogo interreligioso la opción por la justicia?". Posteriormente, "Cristianisme i Justícia" pidió a algunos representantes de otras formas de religiosidad una toma de posición frente a aquellas conclusiones y un diálogo que sirviera para matizar y enriquecer las opiciones de cada cual. El resultado fue Religiones de la tierra y sacralidad del pobre. El diálogo de las religiones es un diálogo cultural, y en esto coinciden todos los autores del libro; pero, al ser las culturas fruto de la elaboración humana, el diálogo interreligioso tiene la necesidad y la urgencia de hacer crítica cultural, para no sacralizar los errores humanos y no convertir la religión en pura "proyección" colectiva. De ahí la necesidad de que el diálogo sea también confrontación y compromiso con la realidad. Cierto, el diálogo no es sólo erudición, sino intercambio de experiencias plurales y muy diversas entre sí que, sin embargo, subrayan como algo común las vías de búsqueda de Dios y del Absoluto y la necesidad de salir de sí, de la propia vida, del "deseo", para entrar en la senda de la paz, shalom, shanti..., en la senda del "otro". Es decir, transitar por itinerarios de benevolencia, de amistad, de misericordia, de compasión con el pobre. Porque la "universalidad" del pobre sigue siendo la otra cara de la experiencia de Dios que todas las religiones persiguen.