En La utopía arcaica, Mario Vargas Llosa nos acerca a la figura del novelista peruano José María Arguedas, una de las más importantes del movimiento indigenista latinoamericano, conocido por su compromiso revolucionario. «Mi interés por Arguedas no se debe solo a sus libros; también a su caso, privilegiado y patético. Privilegiado porque en un país escindido en dos mundos, dos lenguas, dos culturas, dos tradiciones históricas, a él le fue dado conocer ambas realidades íntimamente, en sus miserias y grandezas. Patético porque el arraigo en esos dos mundos antagónicos hizo de él un desarraigado.»Mario Vargas Llosa Antropólogo, universitario e intelectual militante, Arguedas «fue un hombre bueno y un buen escritor, pero hubiera podido serlo más si, por su sensibilidad extrema, su generosidad, su ingenuidad y su confusión ideológica, no hubiera cedido a la presión política del medio académico e intelectual en el que se movía para que, renunciando a su vocación natural hacia la ensoñación, la memoria privada y el lirismo, hiciera literatura social, indigenista y revolucionaria», como afirma el propio Vargas Llosa. Cruce entre la biografía, la historia y la crítica literaria, La utopía arcaica dibuja un fresco del contexto histórico del país, reseña la vida de Arguedas, matiza sus libros y trata de describir la inmolación de un talento literario por razones éticas y políticas.
Vargas Llosa realiza un valiosísimo análisis de la obra de Juan Carlos Onetti haciendo hincapié en una preocupación que comparte ambos autores: la complicada y al mismo tiempo necesaria relación entre la ficción literaria y la realidad. «El tema de la ficción y la vida es una constante que, desde tiempos remotos, aparece en la literatura. Pero acaso en ningún otro autor moderno aparezca con tanta fuerza y originalidad como en las novelas y los cuentos de Juan Carlos Onetti, una obra que, sin exagerar demasiado, podríamos decir está casi íntegramente concebida para mostrar la sutil y frondosa manera como los seres humanos hemos venido construyendo una vida paralela, de palabras e imágenes tan mentirosas como persuasivas, donde ir a refugiarnos para escapar de los desastres y limitaciones que a nuestra libertad y a nuestros sueños opone la vida tal como es. Básicamente lo que yo hago en este ensayo es investigar la manera en la que Onetti utilizó la ficción como un mundo alternativo. La respuesta a la derrota cotidiana es la imaginación: huir hacia un mundo de fantasía. Es decir, aquella operación de donde nació la literatura, por la que existe la literatura y por eso el título del libro.» Mario Vargas Llosa
Un joven editor decide dar un giro radical a su vida para centrarse en lo que más desea: escribir una novela. Tras abandonarlo todo (novia, trabajo, amigos y familia), el protagonista se ve atrapado por la extraña realidad de un vagabundo que habita un coche abandonado, un misterioso indigente sobre el cual planea la sombra de una niña desaparecida cinco años atrás en una playa llena de turistas. Estos personajes y, otros más, conviven en Sintecho (novela ganadora del XVII Premio Vargas Llosa), seres desubicados, errabundos, vapuleados constantemente por el azar y el destino, que luchan por encontrar un lugar donde poner a resguardo sus vidas. Nos encontramos ante un relato escrito en dos planos narrativos alternos que esboza, además, una poética metáfora sobre los imprecisos límites entre la realidad y la ficción.
Compilatorio de la colección Palabra e Imagen que recoge dos de los trabajaos más representativos de esta colección: Viejas Historias de Castilla la Vieja de Miguel Delibes e ilustrado por el fotógrafo Ramón Masats y Los Cachorros de Mario Vargas Llosa con fotografías de Xavier Miserachs.
Los jefes (1959) fue el primer libro publicado por Mario Vargas Llosa, con el cual obtuvo su primer reconocimiento literario, el Premio Leopoldo Alas. Según su autor, «Los jefes es un pequeño microcosmos de lo que vendría a ser el resto de mis libros». Cuando escribió Los cachorros (1967), el escritor peruano era ya dueño de todas sus facultades narrativas, por lo que es un muestrario de la diversidad de las pasiones personales y colectivas. Tal y como afirma Vargas Llosa, «de todas las obras que he escrito es la que ha tenido interpretaciones más diversas». A través de los adolescentes protagonistas de las dos obras, Vargas Llosa reflexiona sobre la tiranía y la violencia que marcan una sociedad y frustran las expectativas de sus habitantes.
En este libro Mario Vargas Llosa nos descubre el poder de la palabra, la pasión sutil y abstracta de Tirant lo Blanc, considerada por él como una de las novelas más ambiciosas y modernas de entre las clásicas. «Entre los muchos atributos del Tirant lo Blanc el que más admiro es su ambición. Esa voluntad deicida de recrearlo todo, de contarlo todo, desde lo más infinitamente pequeño hasta lo más desmesuradamente grande que la mirada, la imaginación y el deseo de los humanos pueda abarcar.»Mario Vargas Llosa Estos tres ensayos nacen de una ininterrumpida, apasionante y apasionada relación con Tirant lo Blanc. El primero aborda la idea de la novela total, anunciada quinientos años antes en este libro de caballerías: «Es la novela total. Novela de caballerías fantástica, histórica, social, erótica, psicológica: todas esas cosas a la vez y ninguna de ellas exclusivamente». El segundo ofrece una imagen más personal de Joan Martorell a través de sus cartas. El tercero defiende la importancia de «las palabras» en la obra. Tres ensayos que nos acercan al crítico literario, de fino e inteligente análisis, al novelista que mira a otro novelista y se contempla en él, pero sobre todo es la apasionada entrega de un lector que se define como el «más fiel valedor» de este clásico de la literatura universal.
La vida es una y tiene límites. La lectura de novelas los revienta y lo que era una se convierte en mil, infinitas. Ése es el mayor poder de la literatura y este libro nos hace participar de él. «Hay que leer buenos libros, e incitar y enseñar a leer a los que vienen detrás, como un quehacer imprescindible, porque él impregna y enriquece a todos los demás.»Mario Vargas Llosa Lolita, Muerte en Venecia, El extranjero, Manhattan Transfer, Trópico de Cáncer y El tambor de hojalata son solo algunas de las obras del siglo XX de las que nos habla Mario Vargas Llosa en estas páginas. Revela con sus palabras la íntima relación de su lectura con las posibilidades de ampliar nuestra experiencia vital. A estos ensayos se añade un prólogo -con reflexiones lúcidas y apasionadas sobre el sentido de la ficción- y un epílogo. Este espléndido cierre resulta una incitación y una seducción hacia el placer de leer, además de una inmersión en las opiniones del autor, uno de los escritores más geniales de nuestro tiempo, sobre la función de la literatura y el presente y el futuro del libro.
En un campamento minero de las montañas del Perú, el cabo Lituma y su adjunto Tomás viven en un ambiente bárbaro y hostil, bajo la constante amenaza de los guerrilleros maoístas de Sendero Luminoso, y debatiéndose con misterios sin aclarar que les obsesionan, como ciertas desapariciones inexplicables. La historia íntima de estos personajes, sobre todo la de un antiguo amor de Tomás, se va contando en forma de episodios intercalados como un contrapunto de recuerdos al drama colectivo. El aliento mítico de la narración, en la que se entrevén otras muchas siluetas enérgicamente trazadas, infunde una extraordinaria vida a realidades que se observan de un modo implacable y minucioso. Sólo un maestro de la lengua española como Vargas Llosa podría conseguir tanto dramatismo y profundidad en las páginas de esta novela, que obtuvo el Premio Planeta en 1993.
Edición definitiva y revisada por el autor de una de las mejores novelas en español del siglo XX. Preparada por la Real Academia Española y por la Asociación de Academias de la Lengua Española. En 1962, La ciudad y los perros recibía el Premio Biblioteca Breve y unos meses más tarde era publicada tras sortear la censura franquista. Así comenzaba la andadura literaria de esta obra considerada una de las mejores novelas en español del siglo xx. La Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española rinden homenaje al académico y premio nobel Mario Vargas Llosa con una nueva edición del libro que marcó el inicio de su trayectoria literaria. La ciudad y los perros, traducida a más de treinta lenguas, está ambientada en el Colegio Militar Leoncio Prado. Los protagonistas de la novela, un grupo de jóvenes que se «educan» en una disciplina militar implacable y violenta, aprenden a sobrevivir en un ambiente en el que están muy arraigados los prejuicios raciales y las diferencias entre clases sociales y económicas; donde todos se muestran como no son en realidad y la transgresión de las normas establecidas parece ser la única salida. La edición se completa con los estudios críticos de Marco Martos, José Miguel Oviedo, Víctor García de la Concha, Darío Villanueva, Javier Cercas, Carlos Garayar, John King y Efraín Kristal. La crítica ha dicho sobre la colección de ediciones conmemorativas:«Un club [la colección de ediciones conmemorativas] que ya cuenta con invitados más que ilustres.»El País «Sean bienvenidas, por muchos motivos, estas ediciones conmemorativas auspiciadas por instituciones académicas del mayor rango. Unas ediciones que, por sus precios populares, y ahora que los buenos libros han pasado a ser un objeto de lujo, facilitan al gran público el acceso a unos autores que, paradójicamente, no por ser -clásicos- de la literatura en lengua castellana (antiguos o modernos) dejan de ser para algunos, aún hoy, unos grandes desconocidos.»El Imparcial
Los jefes y Los cachorros sirvieron como antecedente, como precalentamiento para la construcción de las obras maestras de Vargas Llosa. Muchos de los elementos técnicos y narrativos que caracterizan la prosa del gran escritor peruano y aparecen en estas primeras piezas breves: el espacio exterior, por ejemplo, que tiende a ser reducido y opresivo, describe una universo carente de equilibrio o armonía que en demasiadas ocasiones conduce a la frustración. Ese espacio obliga a los personajes ?adolescentes sobre todo? a ofrecer una máscara, fruto de la acomodación a las normas sociales, que impide la autenticidad. Sin embargo, en un nivel más íntimo, aflora la cara más sincera, la verdad de las existencias individuales, que choca con la otra superficie y crea una tensión insoportable. De este modo, tanto las pequeñas historias que aparecen en Los jefes como la novela corta Los cachorros nos introducen en el mundo sugestivo que Vargas Llosa ha sabido crear y desarrollar desde hace casi medio siglo y que lo ha colocado en la cima más alta de la literatura de nuestro tiempo.