Este tomo, junto con el dedicado a los Padres Latinos, recoge una síntesis del pensamiento y de los estudios realizados sobre los primeros Padres de la Iglesia. Estas figuras de la Patrística son abordados desde un punto de vista sencillo y humano, y se destaca en ellos el hecho de que dieran forma a la historia de la Iglesia, al dogma y a todo el pensamiento cristiano occidental durante los primeros siglos. Los Padres de la Iglesia fueron teólogos, filósofos y santos, pero también hombres y es esta vertiente humana la que se destaca.