El papa que culminó la tarea de renovación de la Iglesia iniciada por Juan XXIII. Y la historia empieza así: Al papa Pablo VI puede llamársele con toda razón el papa del Concilio. No, no se trata de quitarle ningún mérito al querido Juan XXIII -¡solo faltaría!-, pero sí de decir que Pablo VI fue quien llevó hasta el final el Concilio y quien impulsó su aplicación. Esta es su gran aportación. Aquella inesperada iniciativa que luminosamente puso en marcha Juan XXIII, Pablo VI la llevó a cabo hasta el final, con dudas y sufrimientos, ciertamente, pero a la vez con mucha convicción y mucha fidelidad.