Es un deber de fidelidad a la herencia recibida por el padre Marie-Dominique Philippe lo que ha llevado al hermano Benoît-Emmanuel a realizar, junto con Ariane Schwizgebel, este libro de entrevistas. Aquí nos presentan a un hombre exepcional que consagró su vida a la búsqueda de la verdad, al servicio de los hombres y de la Iglesia. Descubrimos al filósofo, al teólogo, al apóstol que no dejó de conducir a los demás hacia Cristo. Su vida es toda una vida trazada de encuentros, muy particularmente marcada por el encuentro con el padre Pierre-Thomas Dehau, con quien descubre la vida dominica, con Marta Robin, que lo anima en la fundación de la Comunidad San Juan, y con Juan Pablo II, que lo confirma en su búsqueda intelectual de las tres sabidurías. El padre Philippe fue un hombre de misericordia cuyo deseo más profundo era desposar la mirada de Cristo sobre la persona que recibía la gracia. Él está en el origen de la Familia San Juan, fundada en los años 70, poco después del Concilio Vaticano II, que fue para él una inmensa luz de esperanza para la renovación de la Iglesia.