El presente título, decimoséptimo de la serie Las palabras del Papa Francisco, ofrece las intervenciones, discursos, homilías, mensajes y entrevistas del Papa Francisco realizados en el marco del viaje apostólico a Ecuador, Bolivia y Paraguay, que ha tenido lugar del 5 al 13 de julio de 2015. Se trata del noveno viaje internacional, que incluye Ecuador, Bolivia y Paraguay. En total, 22 discursos durante una semana. Y por primera vez en un viaje de su pontificado, el Papa Francisco ha hablado siempre en su lengua madre. En particular, respecto a Ecuador, el Papa Francisco ha recordado la importancia de la familia como la principal escuela de amor y solidaridad en la sociedad actual, instando a los católicos a evangelizar con el ejemplo, pidiendo proteger el medio ambiente para las futuras generaciones y finalmente proponiendo un diálogo social y leyes inclusivas y solidarias. En la visita al Santuario de la Divina Misericordia en Guayaquil, se dirigido a los fieles con las significativas palabras que dan título a este volumen: «Ahora voy a celebrar misa y los llevo a todos ustedes en el corazón. Voy a pedir por cada uno de ustedes, le voy a decir al Señor, Vos conocéis el nombre de los que estaban ahí. Le voy a pedir a Jesús para cada uno de ustedes mucha misericordia, que los cubra con su misericordia, que los cuide. Y a la Virgen que esté siempre al lado de ustedes». En Bolivia y Paraguay el Papa Francisco se ha reunido con las autoridades, con los obispos y los fieles, destacando el encuentro con los jóvenes en Costanera de Asunción, Paraguay, a los que ha dedicado un mensaje desde el fondo de su corazón: «Primero: corazón libre. Segundo: solidaridad para acompañar. Solidaridad (
) Queremos jóvenes fuertes. Queremos jóvenes con esperanza y con fortaleza. ¿Por qué? Porque conocen a Jesús, porque conocen a Dios. Porque tienen un corazón libre. Corazón libre, repitan. Solidaridad. Trabajo. Esperanza. Esfuerzo. Conocer a Jesús. Conocer a Dios, mi fortaleza. (
) ¡Ese es el camino! Pero para eso hace falta sacrificio, hace falta andar contracorriente. Las Bienaventuranzas que leímos hace un rato son el plan de Jesús para nosotros. El plan... Es un plan contracorriente. Jesús les dice: Felices los que tienen alma de pobre. No dice: Felices los ricos, los que acumulan plata. No. Los que tienen el alma de pobre, los que son capaces de acercarse y comprender lo que es un pobre. Jesús no dice: Felices los que lo pasan bien, sino que dice: Felices los que tienen capacidad de afligirse por el dolor de los demás. Y así, yo les recomiendo que lean después, en casa, las Bienaventuranzas, que están en el capítulo quinto de San Mateo». Se incluyen, además, las conferencias de prensa realizadas por el Pontífice con los representantes de los medios de comunicación internacionales que lo han acompañado en este singular viaje apostólico a América Latina.