La carrera vital y profesional de las personas está repleta de encrucijadas y de caminos a veces llanos y en ocasiones más tortuosos y difíciles. Las transiciones se suceden en un escenario laboral globalizado, donde una buena formación, por sí sola, no es garantía de éxito. La sociedad del conocimiento y de la información traen consigo unas realidades que se encuentran instaladas en nuestras vidas: la omnipresencia del cambio y de las transformaciones en todas las esferas de la sociedad. Traen consigo necesidades nuevas para gestionar las muchas y diversas transiciones que toda persona afronta a lo largo de su trayectoria vital. La necesidad de integrar y adaptarse a la inestabilidad, la precariedad o la incertidumbre son hoy monedas de cambio habitual.