Romano Guardini pretende con estas contemplaciones que los orantes se reencuentren en las distintas estaciones del vía crucis con su propia vida y unan su día a día con el sacrificio de Jesús. Con este fin, el autor ha renunciado a ceñirse a la forma externa y ya acrisolada del vía crucis, limitándose a escribir textos breves para la meditación en los que puedan detenerse los orantes. El libro de Guardini viene utilizándose desde hace décadas como una meditación del vía crucis, y en todo ese tiempo no ha perdido nada de su validez. Nacido en 1885 y fallecido en 1968, Romano Guardini fue docente en las universidades de Bonn, Berlín, Tubinga y Múnich, donde ocupó la cátedra de Cosmovisión cristiana y filosofía de la religión desde 1948 hasta su jubilación.