La Edad Media española no quedó fuera de ese influjo, manteniendo su particularidad de razas, doma y usos. La tradición que la Península Ibérica poseía en el arte de la cría caballar, especialmente en la antigua Bética romana, fue utilizada por los musulmanes y andalusíes. Mejoraron su raza y aptitudes para sus largas guerras con los reinos cristianos del Norte. También los castellanos y aragoneses consiguieron mejorar sensiblemente el caballo como arma militar y como adorno cortesano. El libro también aborda la Edad Moderna, momento en que España se convierte en un imperio y el caballo sigue siendo una pieza de vital importancia. Los siglos XVI y XVII verán surgir nuevos tipos de soldados y de jinetes, manteniendo viejas tradiciones como los juegos de cañas, de sortija y un amplio elenco de carreras populares. Nos encontramos ante un apasionante viaje por el mundo del caballo, de su doma, de los juegos, de las luchas con toros, de nuestras viejas razas, así como su propagación por tierras americanas. Un libro imprescindible para los amantes del caballo y de la historia.