La obra de Carlos Bousoño se sitúa en el más variado panorama de la lírica española de posguerra. La personalísima evolución de su poesía hace que responda y se diferencie a la vez de los postulados de su generación cronológica, la del 40; anticipe y se relacione con el eticismo del 50; y, por si esto fuera poco, la renovación expresiva que culmina en Oda en la ceniza y Las monedas contra la losa lo identifique con el irracionalismo de algunos de los novísimos.(De la Introducción de Irma Emiliozzi)