El libro se enfrenta a la cuestión de saber qué significa, hoy, Occidente. Se interroga sobre los deslizamientos de su razón para atisbar qué otras formas de entender la modernidad se asoman detrás de sus fronteras. Occidente es una marca registrada que ofrece una interpretación del mundo, pero hay suficientes hechos para atisbar que algo está pasando con esa referencia. La conclusión es que Occidente es hoy un libro abierto que se lee no desde dentro hacia fuera sino desde fuera hacia dentro.