A veces pienso leyéndole a Vd. que el hecho desdichado de su lejanía de España ha sido un bien para España, porque él le ha regalado a su lengua y a su literatura la obra que Vd. no hubiera existido. Cruel juicio ¿verdad? El enriquecimiento que la poesía española le debe a Vd. es de los más evidentes, y Vd. aporta, con conmovedora belleza, con completa personalidad, una posición espiritual que suena en nuestra poesía con eminencia y con novedad, con un latido que es indispensable percibir para el conocimiento completo del hombre español. Qué enormemente representativa es su poesía de Vd. y cuánto ensancha Vd. el ámbito de la poesía española, a la que añade Vd. una provincia entera, y se pueden contar con los dedos los que tal han hecho en la historia de nuestra lírica (Vicente de Aleixandre, fragmento de carta dirigida a Juan José Domenchina el 13 de marzo de 1950).