El pueblo de Nules vivió la Guerra Civil en todas sus vertientes. Después del golpe de estado militar de 1936, Nules se convirtió en un importante centro económico de la retaguardia republicana, todo gracias a la exportación de cítricos. Así mismo desplegó un interesante movimiento sociopolítico y ejerció un papel destacado a la hora de acoger población refugiada. Al llegar el frente, el 1938, Nules sufrió los horrores de la guerra de manera excepcional, todo por culpa de su óptima situación geoestratégica. Las calles y campos de cultivo fueron escenario de terribles combates. La artillería y, sobre todo, el poder destructivo de la Legión Cóndor, dejaron una estampa desoladora, comparable a la de otras localidades, como Gernika, que han quedado en el imaginario colectivo. Todos estos hechos convierten a Nules en icono paradigmático de los desastres de la guerra y el libro que tenéis en las manos lo reivindica a partir de investigaciones rigurosas.