María Magdalena, la santa y la maestra sabia del Santo Grial, a quien Cristo entregó su tesoro de los tesoros -la sangre mírrica-, difundía la atmósfera de la adoración. "Amad a Cristo con todo vuestro ser. Adoradle como yo le adoro. Con esto es suficiente y todo ló demás se abrirá ante vosotros." Esto es lo que enseñaba María Magdalena. En el albor de una nueva humanidad, la humanidad Solar Seráfica, se revela la Sabiduría Divina. María Magdalena, la Madre de la Civilización venidera, la Madre del Reino del Puro Amor en la tierra, nos enseña el camino hacia el destino del alma: la Divinización a través de la adoración al Cristo del Supremo Amor. Este, no es un Evangelio apócrifo. Este, es un Nuevo Evangelio Solar.