En los años ochenta las mujeres españolas se sumaron masivamente al mercado de trabajo. Esta realidad vino acompañada por una pauta reproductiva que llevó a España a la última posición mundial en los índices de fecundidad. Veinte años después, una nueva generación de españolas protagonizó una incorporación al mercado de trabajo aún más intensa, a la par que el número de hijos por mujer aumentaba. El nuevo comportamiento de las mujeres españolas está relacionado con un fenómeno que le ha cambiado la cara a la España del siglo XXI: en apenas un decenio cinco millones de inmigrantes se establecieron en España, predominando las personas jóvenes, activas laboralmente y con un patrón ocupacional sesgado hacia puestos de cualificación media o baja. La mayor disponibilidad de servicio doméstico inmigrante y a un precio asequible permitió a las familias españolas reasignar su tiempo y recursos, abriendo posibilidades para la conciliación de la vida personal y profesional. El impacto en el comportamiento laboral de las mujeres, el mercado de trabajo y, en última instancia, en el crecimiento económico constituye un efecto de la inmigración frecuentemente olvidado o menospreciado. Resulta, sin embargo, medible y cuantificable. Un riguroso análisis econométrico apoyado en modelos micro y macroeconómicos permite sacar a la luz este fenómeno. Rodrigo Madrazo García de Lomana (Madrid, 1974) es Técnico Comercial y Economista del Estado y doctor en ciencias económicas -premio extraordinario 2012-. Ha desarrollado su actividad profesional en el Ministerio de Economía, donde ocupa actualmente el puesto de Subdirector General de Política Económica. Es autor de diversas publicaciones en los ámbitos de comercio internacional, economía española y economía de la migración.