En la actualidad, el proceso educativo se enfrenta a una serie de retos desconocidos hasta ahora. La globalización, las nuevas tecnologías y los procesos migratorios se han convertido en algunos de los rasgos más definitorios de la sociedad actual, los cuales no se refieren sólo al proceso económico, sino que también afectan al proceso social y cultural. Además, en este proceso han surgido nuevos problemas como: en analfabetismo de aquellos que no pueden obtener información y comunicarse a través de las tecnologías de la información y la comunicación, los efectos “deseducativos” de los medios de comunicación, los conflictos derivados de la creación de sociedades multiculturales... El reto de la educación en la actualidad consiste en dar igualdad de oportunidades al alumnado procedente de grupos socioculturales con características propias y formas de vida diversas. Por eso, es importante la democratización de la educación y la eliminación de cualquier forma de exclusión en la esfera de la enseñanza y que, al mismo tiempo, implique el compromiso de la sociedad en el impulso de políticas sociales y educativas que refuercen la cohesión social. El reto no es sólo cualificar al profesorado para que sea un usuario de las nuevas tecnologías en clase o que pueda integrar todos los elementos de la multiculturalidad que ha aparecido en las aulas. Se ha de formar a un profesional capaz de enfrentarse a la complejidad de los problemas culturales del alumnado y de ofrecer respuestas educativas adecuadas al contexto social actual.