La Madre Maravillas murió en el Carmelo de la Aldehuela (Getafe-Madrid), el 11 de diciembre de 1974, a los ochenta y tres años de edad. Con inmensa paz y gozo, repetía: ¡Qué felicidad morir carmelita!. Sus hijas del mismo Carmelo se preocupan de promover la difusión de la obra, memoria y culto de esta santa, cada día más popular. A las numerosas obras que han publicado en Edibesa, añaden ahora estas cuatro novenas para fomentar la devoción a la Madre: una popular, otra en la que resalta su devoción al Sagrado Corazón de Jesús, la tercera centrada en sus consejos, y la cuarta en sus virtudes. Todas estas novenas ya están siendo utilizadas por diversas comunidades de Carmelitas Descalzas, devotos y asociaciones que la tienen por Patrona y protectora.