Cuando Ángeles Caso se reencontró con la novela con la intención de publicarla en su editorial no pudo dejar de darle vueltas a lo que muchos otros lectores han venido barruntando desde su publicación: “Supuse, al releerla que allí faltaba algo, así que comencé a investigar, porque Dolores nunca quiso hablar de ese asunto “, dice la periodista y escritora gijonesa. El siguiente paso fue la visita al Archivo de Alcalá de Henares donde se conserva la memoria de la censura durante el periodo franquista. Allí se encontró con el expediente completo de la novela, incluido el texto original. El censor justifica su negativa a la publicación de la obra en que esta demostraba “simpatía por la República del 14 de abril y antipatía por las tropas que pacificaron Asturias en octubre de 1934”, entre otros variados motivos que le llevaron a calificar la novela como “reprobable”. Lo realmente inaudito, relata Ángeles Caso, es que Dolores Medio llega a escribir a la censura para defender la novela, e incluso pregunta en su misiva sobre qué partes son las que debe quitar para poder publicarla: “Era su primera obra y Dolores, seguramente, no tenía las mismas posibilidades que otros autores que burlaban la censura publicando en Buenos Aires. Dolores quería ver la obra publicada en España, así que hizo algo poco habitual: intentar llegar a un acuerdo con la censura”. La edición que hoy se presenta incluye en su prólogo la narración de la historia de Nosotros los Rivero, además de los documentos rescatados del archivo de Alcalá de Henares, como la carta remitida al censor “que pone los pelos de punta”, añade la editora. Hoy, 65 años después, podremos descubrir cómo eran y pensaban de verdad los Rivero, en aquella Oviedo en “dulce letargo”. Qué se llevó por delante el censor y cómo esto cambió (o no) la novela, aparecerá ante el lector al pasar las páginas de esta nueva edición de Nosotros, los Rivero.