La memoria histórica acerca del franquismo olvida a menudo que la existencia de víctimas presupone la de sus verdugos. El retrato de estos representantes de la dictadura en ámbitos como el de la justicia militar es complejo, pero este ensayo presenta varias trayectorias de quienes firmaron sentencias de muerte a cambio de un puesto en el escalafón de los funcionarios. El juez Manuel Martínez Gargallo, un antiguo humorista del 27, es el protagonista de lo sucedido en el Juzgado Especial de Prensa (1939-1941). No obstante, esta comedia coral en torno a la banalidad del mal cuenta con un extenso reparto de personajes cuyas paradojas hoy parecen insólitas. Sin renunciar a la ironía y el humor compatibles con el rigor del dato, las trayectorias de algunos olvidados jueces, periodistas, militares
, incluso autores de zarzuela, nos recuerdan que la ficción de un franquismo sin franquistas también se basa en el silencio y el cinismo que imperaban en espacios como el Chicote de la Gran Vía madrileña. Juan Antonio Ríos Carratalá es catedrático de Literatura Española en la Universidad de Alicante, premio de la Crítica Valenciana (2013) y especialista en temas relacionados con el humor, la memoria histórica y el papel de la ficción en la misma. Entre sus últimos libros destacan Una arrolladora simpatía: Edgar Neville (Ariel, 2007), El tiempo de la desmesura (Barral y Barril, 2010), Hojas volanderas. Periodistas y escritores en tiempos de República (Renacimiento, 2011), Usted puede ser feliz. La felicidad en la cultura del franquismo (Ariel, 2013), Quinquis, maderos y picoletos (Renacimiento, 2014) y La mirada del documental. Memoria e imposturas (UA, 2014). Más información en http://varietesyrepublica.blogspot.com.