Nada más fácil que confeccionar un callejero cuando de copia de otros, agregándole algunas noticias recogidas al vuelo sin ningún género de rectificaciones; pero cuando se trata de dar a luz uno comprobado hasta el extremo de haber recorrido su autor todas las vías de la ciudad sin exclusión de ninguna, tomando por lo tanto los datos sobre el mismo terreno; cuando se hace un estudio especial y detenido para averiguar los antiguos nombres de cada calle, ya la obra es tan difícil como dilatada, carece de todo plagio y tiene que ser verídica. Esto se ha hecho en la presente obra, examinando rótulo por rótulo. La obra fue concebida como una guía de mano y puesta a la venta por un precio muy popular.