El verano más caluroso del siglo. Cuatro casas perdidas entre los trigales. Los mayores permanecen encerrados en casa. Seis niños, en sus bicicletas, se aventuran por entre los campos ardientes y abandonados. En medio de ese mar de espigas, hay un secreto espeluznante, un secreto que cambiará para siempre la vida de uno de ellos. Michele Amitrano, de nueve años, de repente tiene que vérselas con un secreto tan grande y terrible que ni siquiera puede explicarlo. Y para afrontarlo deberá encontrar fuerzas precisamente en sus fantasías de niño, mientras el lector asiste a una doble historia: una que es vista con los ojos de Michele, y otra, trágica, que afecta a los mayores de Acqua Traverse, miserable caserío perdido entre los campos de trigo. El resultado es un relato poderoso y de una absoluta felicidad narrativa, donde se respiran atmósferas emparentadas con Las aventuras de Tom Sawyer o los Cuentos populares italianos de Italo Calvino. La historia está ambientada en el tórrido verano de 1978, en los campos del sur de Italia. En este paisaje dominado por el contraste entre la cegadora luz del sol y la oscuridad de la noche, Ammaniti alterna, con gran eficacia narrativa, la comedia, el mundo de las relaciones infantiles, la lengua y la divertida sabiduría de los niños, su tenacidad, la fuerza de la amistad y el drama de la traición. Y, a la vez, esboza un inolvidable abanico de personajes adultos. No tengo miedo se convierte en un adiós desolador a la edad de los juegos, a esa energía mágica que nos permite luchar contra los monstruos, y que se insinúa bajo la piel de cada uno de nosotros como una tierna puñalada en el pecho. «La novela del descubrimiento de uno mismo a través del peligro extremo y del adiós desolador al tiempo de los juegos» (N. Canyelles, Última hora). «Un prodigio» (Gian Arturo Ferrari, La Repubblica). «Una obra maestra» (Michael Dibdin, The Guardian).