Del amor al odio sólo hay un paso. De la infancia a la adolescencia, también. Esta es la historia de cómo esos pasos nos conducen al despertar de la locura. Esta es la historia de mi relación con la hija de mi pareja. Va al instituto, se pasa el día con el móvil, no hace sus deberes, no colabora en las tareas domésticas, se quiere pasar las noches en Instagram en vez de irse a la cama temprano, su habitación siempre está desordenada… Pues sí, podríais ser tú y tu hija, igual que la mía podría ser una relación partenofilial, pero en realidad se parece más a la que tendrían un Batman calvo y gordo con un Joker preadolescente con sus hormonas revolucionadas.