La violencia en el seno familiar contra niños y adolescentes crece en número y se mantiene aislada por silencios familiares, sociales e institucionales. La comunidad científica ha proporcionado a esa cuestión una importante visibilidad. No obstante, producen inquietud las últimas tesis anunciadas de que la violencia se reproduce intergeneracionalmente, convirtiendo al sujeto victimizado en verdugo. La incomodidad que provoca el fatal determinismo de esa lectura científica y sus consecuencias sociales hizo que la autora se volcase sobre esta cuestión y elaborase una investigación organizada sobre nuevas bases, premisas e indagaciones. Y de esta manera nació la tesis de doctorado titulada A infração infantojuvenil e seu inventário na história infanil de maus-tratos físicos: um olhar complexo sobre a vitimização e as estratégias de resistência, defendida por la autora en mayo de 2002, en Porto Alegre/RS. Este libro recupera el debate central de esa tesis doctoral, cuya premisa consiste en que el niño, incluso ante su vulnerabilidad, y muchas veces a costa de esa condición, puede resistir al abuso. El estudio de las historias de niños y adolescentes victimizados permitió comprender que cada sujeto individual, dada su construcción subjetiva, puede organizar respuestas más o menos resistentes al abuso. Desde la particularidad a la complejidad de las historias de vida, se identificaron patrones actitudinales, corporales y relacionales que revelan una genealogía de la resistencia a la victimización. La autora cartografió siete niveles diferentes, dándoles una denominación y ordenándolos. Este trabajo inédito es socialmente relevante y proporciona un nuevo vigor a los ámbitos científicos y técnico-políticos relacionados con la cuestión de la violencia en la infancia y en la adolescencia.