En esta obra, Laura Mintegi no escribe sobre la mujer, pero habla con voz femenina, desde el interior de la piel de una mujer. Tampoco es una obra sobre los presos vascos, aunque su ausencia evidencia la presencia que en todo momento tienen en la protagonista. En esta novela que se puede leer en un amén, aparecen crudamente los sentimientos más contrapuestos de amor y odio que la complicada situación de este pueblo hace surgir.