Navarra es un lugar de contrastes. Contemporánea y antigua a la vez, urbana y rural, tranquila o electrizante si se opta entre los Sanfermines o por un paseo por las Bárdenas. Tierra de riberas y de altas montañas, de desiertos y bosques inmensos, de hongos y caza, de vinos y sidra, de carnes y verduras maravillosas. Su larga historia arranca con los asentamientos vascones, especialmente en el norte y centro de la Comunidad Foral, pero su condición de tierra fronteriza y de paso, pues aquí los Pirineos se suavizan y permiten su flanqueo a través de la frontera con Francia, hizo que ya desde muy antiguo distintas civilizaciones se asentaran para controlar el paso del país galo a la península. Romanos, visigodos, árabes, fundaron pueblos y ciudades y conformaron una cultura fruto de la unión de muchas otras, de muchas aportaciones que Navarra ha sabido asimilar para ser eso, diversa, diferente, muy variada y distinta según estemos en Tierra Estella, en el Pirineo, en la Ribera o en la Zona Media. Y, por supuesto, el Camino de Santiago, con sus dos rutas, el Camino Aragonés y el Francés, que atraviesan Navarra y confluyen en Puente la Reina y que han dejado un impresionante legado de iglesias, monasterios, ermitas y costumbres que aún hoy en día se dejan notar. Encontrará en esta guía rutas para recorrer Navarra en toda su extensión, teniendo en cuenta que podrá hacer varias de ellas en una breve visita o que podrá disfrutar de todas ellas si prolonga su estancia. Apreciará su diversidad, su cultura y su sabor, sus fiestas y sus tradiciones y, por supuesto, su hospitalidad. Porque si algo sabe hacer Navarra es acoger a los visitantes, mimarlos y hacer que disfruten de una estancia que dejará en ellos un recuerdo imborrable.