Esta obra realiza un recorrido sistemático sobre lo que se sabe hoy día, desde un punto de vista científico, acerca de la relación niño/televisión y la eventual influencia, perniciosa o beneficiosa, sobre el desarrollo del niño. En primer lugar, se analiza el papel de la televisión en la vida cotidiana del niño: la influencia de la violencia, el miedo, el alcohol y el sexo, el desarrollo de su fantasía e imaginación, así como la comprensión de los programas televisivos, el aprendizaje y otros procesos cognitivos, afectivos y comportamentales del niño frente a la pantalla. En segundo lugar, este libro amplía el horizonte epistemológico de la narrativa audiovisual poniéndola en relación con los actos creativos que anteceden y originan el relato, con el pensamiento narrativo y con los procesos de recepción. En la parte tercera se demuestra que mientras determinados programas infantiles contribuyen a construir el pensamiento en formación del niño y su identidad personal, otros le perjudican, dislocándolo, y constituyen una forma específica de violencia infantil. Todo ello conduce, en la parte final de la obra, a sugerir nuevas políticas audiovisuales que permitan contrarrestar esta desestructuración de pensamiento y a analizar el futuro papel de la familia y la escuela, los cambios de producción y programación y la llegada de la televisión interactiva.