Contrariamente a muchas creencias populares e incluso académicas, el nacionalismo no tiene unas raíces demasiado profundas en la psicología humana. Aunque se presente como una fuerza antigua, oculta y aletargada, el nacionalismo no es sino una consecuencia de la modernidad; y si bien aprovecha la riqueza cultural heredada históricamente, las condiciones de su despliegue son las sociedades caracterizadas por la búsqueda de la riqueza y el crecimiento económico, la innovación tecnológica, la movilidad ocupacional, la alfabetización generalizada y un sistema educativo global protegido por un estado. Apoyándose en distintas disciplinas -filosofía, sociología, historia intelectual y antropología social- Gellner escribió una interpretación del nacionalismo que se ha convertido en un clásico imprescindible para comprender este fenómeno. La presente edición incluye un estudio introductorio de John Breuilly, en el que se analizan los argumentos de Gellner y se examinan los cambios que se han producido en el ámbito del nacionalismo en las dos últimas décadas.