Se retrata en este libro la sociedad oscense durante la época de la Restauración (1875-1902) desde el punto de vista cultural -una de las principales líneas de investigación de su autor- a través del estudio multidisciplinar de sus iniciativas artísticas y de ocio, atendiendo especialmente a la música y las artes visuales y escénicas. Su análisis, basado sobre todo en la hemerografía, se ha realizado siguiendo un criterio espacial y cronológico y recopilando la información relacionada con los espacios de ocio de la ciudad de Huesca y la programación cultural en cada uno de ellos. Se hace énfasis en la vitalidad del asociacionismo, así como en el papel de los nuevos recintos culturales, ya fueran especializados o eventuales, tales como los cafés y los teatros o los frontones, a los que se añadieron otros como el velódromo, la plaza de toros y el propio espacio urbano. Además, se recopila una gran cantidad de datos sobre los espectáculos y las obras interpretadas en los diferentes escenarios, sus agentes promotores y sus protagonistas, con particular atención al Teatro Principal, epicentro cultural de la ciudad, del que se reconstruye completamente la programación en los años citados.