En el zigzagueante caminar de la humanidad hacia los sucesivos reconocimientos de derechos humanos y su desarrollo, las mujeres siempre han estado presentes e implicadas, asumiendo su responsabilidad de ciudadanas, aunque, en una historia secularmente narrada por varones, hayan sido consideradas «innecesarias» y, por ello, invisibilizadas, que, hoy, es el mayor exponente de la exclusión. Este estudio trata de hacernos ver cómo mujeres de todos los tiempos, lugares y condición se han reconocido como ciudadanas por derecho propio; han tomado conciencia de que su situación es debida a un constructo social (y eclesiástico) y no a su naturaleza; puestas en pie, han hecho lo imposible por despertar la conciencia de otras mujeres y, también, de los varones y se han enrolado, como sujetos históricos, en una ciudadanía por hacer, en una sociedad por ordenar y en un mundo por humanizar.