Partiendo de una caja, propiedad de un proyeccionista andaluz de principios del siglo XX, repleta de trozos de celuloide en los que quedaban reflejadas hechizantes poses de actrices del cine mudo, este libro se pregunta cómo afectarían aquellas imágenes de mujeres de mundo hipersofisticadas a la mujer española de aquellos años, tan alejada de esos seductores cánones hollywoodienses.