El asesinato del antiguo miembro de la Inteligencia rusa Alexánder «Sasha» Litvinenko en Noviembre de 2006 ―envenenado con polonio, un raro elemento radiactivo― causó un gran impacto internacional. Al cabo de pocas semanas, el ex espía, de sólo cuarenta y tres años y en buena forma, yacía demacrado, calvo y moribundo en una cama de hospital, víctima de una «bomba nuclear en miniatura». La sospecha recaía en el FSB ruso, sucesor del KGB, y el régimen de Putin. Pero ¿qué pasó en realidad? ¿Qué sabía Litvinenko? ¿Por qué lo mataron? d1 Marina Litvinenko, su viuda, y Alex Goldfarb, su portavoz y amigo íntimo, son quienes mejor conocían al auténtico Alexánder Litvinenko y todo lo que rodeó su asesinato. Su fascinante relato arroja luz no sólo sobre estos extraños y perturbadores sucesos, sino también sobre un conflicto político más propio de la Guerra Fría que de la actualidad.