Este Mosaico eucarístico ha sido compuesto en torno a las Antífonas de entrada y comunión de la misa, por lo que podría considerarse como un pequeño devocionario eucarístico, aunque no sólo. Devocionario, por cuanto los comentarios que se hacen a partir de cada antífona, ante todo, pretenden ser una ayuda para la oración, si bien puede encontrarse más en ellos. Pequeño, pues ante la Eucaristía nuestras obras resultan mínimas; pero también porque únicamente se han glosado algunas, las de las celebraciones más señaladas del año litúrgico. Y eucarístico, pues su centro es la Eucaristía, fuente y cumbre de la vida del cristiano.