Al igual que ocurre con Ortega y Gasset, con Ramón y Cajal o con Víctor y Ana, estos dos tíos —Baquero y Acillona— van juntos, de tal manera que no se puede pensar en uno sin que, de inmediato, venga a la cabeza el otro. Ahora se han juntado para hacernos reír con su literatura y eso es algo de agradecer, pues el humor escrito es cosa seria y muy difícil. Lo más difícil del mundo. Detrás de cada carcajada está el dolor, pues la risa no es más que una de- fensa ante el mundo hostil que nos rodea. Montero Glez