Tierra y Luna a 380.000 kilómetros y yo tan solo a un paso de morderte a versos. Despedidas que traen de vuelta; que saben a ?nos volveremos a ver?; a ver que nunca nos fuimos y que yo ya no sé volver. No sé dónde estamos, pero te prometo que Roma nos volverá a encontrar. Y el día que te encuentre te muerdo el alma. Á(r)mame el alma, á(r)mame a mí.