Pintar mandalas es una técnica milenaria hindú para ayudar a retomar nuestro cerebro al punto cero, en el que aparentemente nos apagamos, pero en realidad favorecemos la iluminación interior necesaria para alcanzar el sosiego y olvidar cualquier estado de ansiedad. De este modo, aprendemos a aceptarnos a nosotros mismos, adquirimos equilibrio interior y relativizamos los problemas cotidianos