Este libro se pregunta por los valores estéticos que hicieron de las primeras obras de Manet el origen de la pintura moderna. Transcurrido un siglo y medio desde el Salon des Refusés, la concepción que otorga a este artista el privilegio de ser «mito fundacional» del relato canónico del arte moderno ha perdido concreción y ha ganado en glorificación incuestionada. ¿Por qué ha sido esto así? ¿Qué «nace» con Manet de tal forma que lo convierte en inicio fundamental de la corriente estética predominante?