«Euskadi ta Askatasuna se dirige a Ud. para reclamarle una ayuda económica de diez millones de pesetas. Para abonar dicha cantidad debe dirigirse a los círculos abertzales habituales manteniendo una discreción extrema y absteniéndose de poner en conocimiento de cualquier cuerpo policial la existencia de la relación entre ETA y Ud. El no responder positivamente a esta petición le haría acreedor de las medidas que ETA decida aplicar contra Ud. y sus bienes». Con frases como estas u otras similares, la organización terrorista encabezó durante décadas sus auténticas misivas del terror y colocó en la diana a sus destinatarios. Esta obra desvela algunos de los principales entresijos ético-políticos de la extorsión, una forma de violencia ejercida por ETA que buscó convertir a sus víctimas en copartícipes forzosos de su actividad criminal. Responde al deber de memoria, condición imprescindible para regeneración de la convivencia ciudadana, y lo hace mediante la denuncia del mal injustamente cometido.